OBRAS PARA EL ABASTECIMIENTO DE GAS Y AHORRO DE DÓLARES

La Planta Compresora de Salliqueló y la reversión del Gasoducto Norte impulsarán el transporte de gas desde Vaca Muerta y recortarán importaciones.

Actualidad10 de octubre de 2024Sergio BustosSergio Bustos
GAS SALLIQUELO
El gasoducto en Salliqueló.

Esta semana entrarán en funcionamiento dos obras estratégicas para el sector energético argentino. La Planta Compresora de Salliqueló y la reversión del Gasoducto Norte mejorarán el abastecimiento de gas en el país. Ambas obras permitirán un mayor aprovechamiento del gas extraído en Vaca Muerta.

La Planta Compresora de Salliqueló es complementaria al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK). Su función es aumentar la capacidad de transporte del gas desde Neuquén hasta Buenos Aires. Esta planta ayudará a que el ducto pueda operar a su máxima capacidad.

La reversión del Gasoducto Norte permitirá llevar gas a siete provincias del norte argentino. Se trata de una ampliación y cambio de sentido de un ducto que antes traía gas desde Bolivia. Esta obra reducirá las importaciones de gas, generando un importante ahorro.

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Ambas obras son fundamentales para mejorar el suministro de gas tanto para hogares como para la industria. El gasoducto y la planta compresora permitirán reducir los costos energéticos y los subsidios a las tarifas. Estos proyectos son esenciales para el crecimiento económico del país.

El Gasoducto Néstor Kirchner comenzó a funcionar en julio de 2023. Sin embargo, hasta ahora operaba a la mitad de su capacidad por falta de infraestructura complementaria. La Planta Compresora de Salliqueló solucionará este problema, aumentando la capacidad de transporte de gas.

Con esta planta, el gasoducto podrá transportar hasta 26 millones de metros cúbicos diarios en momentos de alta demanda. Esto permitirá un mayor abastecimiento de gas para las centrales eléctricas y la industria. La energía generada será más económica, reduciendo el costo para los consumidores.

La reversión del Gasoducto Norte permitirá transportar 5 millones de metros cúbicos diarios de gas a provincias del norte. Córdoba, Tucumán, Salta y otras cinco provincias se beneficiarán directamente de esta obra. Además, existe la posibilidad de ampliar su capacidad en una segunda etapa.

Esta obra sustituirá el gas que antes se importaba de Bolivia. Argentina dejó de comprar gas del país vecino después de casi 18 años. La reversión del gasoducto contribuirá al ahorro de dólares por importaciones y a la autosuficiencia energética.

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El sector energético aportó un ingreso de divisas de USD 4.920 millones en los primeros siete meses de 2024. Esto se debe a menores importaciones y al crecimiento de la producción de hidrocarburos en Vaca Muerta. Las cifras fueron analizadas por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

El ahorro en importaciones de gas permitirá un superávit energético. El superávit de la balanza energética podría cerrar 2024 con entre 4.000 y 5.000 millones de dólares. Esta sería la mejor marca de los últimos 15 años, según proyecciones oficiales.

En 2023, la balanza energética presentó un déficit de USD 600 millones. El acumulado de las últimas dos décadas dejó un rojo de USD 150.000 millones. Las tarifas reguladas y el mercado energético controlado contribuyeron a ese resultado.

El superávit proyectado para 2025 podría duplicarse, según el secretario de Energía y Minería, Daniel González. La balanza comercial energética podría alcanzar un saldo positivo de USD 7.300 millones en 2025. Esto será posible gracias a un mayor incremento en las exportaciones y menores importaciones.

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La Planta Compresora de Salliqueló y la reversión del Gasoducto Norte son esenciales para este panorama positivo. Ambas obras permitirán que el gas de Vaca Muerta llegue a más regiones del país y reemplace importaciones costosas. La inversión en infraestructura energética es clave para el desarrollo.

El ahorro por menores importaciones de gas se estima en USD 2.000 millones anuales desde 2024. Este ahorro tendrá un impacto directo en la balanza comercial y en las finanzas públicas. El Estado reducirá su gasto en subsidios a la energía, liberando recursos para otras áreas.

Las obras energéticas en marcha colocan a Argentina en una mejor posición para aprovechar sus recursos. La capacidad de transporte de gas aumentará, beneficiando tanto a la industria como a los consumidores. Esto permitirá una mayor competitividad en el mercado energético regional.

El gobierno de Javier Milei, a pesar de su postura contraria a las obras públicas, supervisará el inicio de estas dos obras claves. Ambos proyectos habían sufrido demoras en su implementación debido a dificultades logísticas y problemas con importaciones. Sin embargo, ahora están listos para entrar en funcionamiento.

   

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