



ESTUDIANTES CONECTAN LA MESETA Y LA ANTÁRTIDA EN UN PROYECTO ÚNICO
El Ecocentro lideró un proyecto educativo que unió a estudiantes de la Meseta, la Antártida y el Atlántico Sur. La iniciativa destacó la diversidad natural.
Chubut03/12/2024

Participaron las escuelas Nº 150 de Puerto Madryn, Nº 92 de Aldea Sepaucal y Nº 38 de la Base Esperanza. El programa promovió el intercambio de conocimientos y experiencias entre regiones extremas.
El proyecto, llamado “Ambientes entrelazados”, comenzó en septiembre. Cada escuela desarrolló actividades didácticas específicas para reflexionar sobre el impacto humano en los ecosistemas.
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Uno de los hitos fue el envío de la “Valija Oceánica” a la Base Esperanza. Este recurso permitió trabajar con paisajes y biodiversidad local desde la Antártida.
Los estudiantes analizaron cómo sus realidades están conectadas con el entorno natural. “La educación es clave para cuidar nuestros ecosistemas”, destacaron los organizadores.
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En noviembre, las escuelas de Puerto Madryn y Aldea Sepaucal tuvieron un encuentro presencial. El evento incluyó una videollamada con los estudiantes de la Base Esperanza.
“Fue emocionante unir estos extremos de Argentina en un solo proyecto”, expresaron los docentes. La conexión permitió compartir aprendizajes y resaltar las particularidades de cada región.
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El trabajo culminará con la muestra “Ambientes entrelazados” en el Ecocentro. La exposición estará disponible durante el verano e incluirá fotografías, videos y objetos creados por los estudiantes.
“La muestra es una invitación a descubrir la riqueza de nuestro país bicontinental”, indicaron los organizadores. Los visitantes podrán explorar paisajes, culturas y aprendizajes únicos.
La propuesta resaltó la importancia del trabajo colaborativo entre escuelas de diferentes contextos. “La unión hace que valoremos aún más nuestra diversidad”, señalaron desde el Ecocentro.
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El programa también promovió el cuidado del medio ambiente como eje central. “Los estudiantes se convirtieron en embajadores del cambio”, afirmaron los docentes.
Los niños y niñas reflexionaron sobre el impacto humano en la naturaleza. “Es fundamental entender que nuestras acciones tienen consecuencias globales”, remarcaron los participantes.
El proyecto fue posible gracias al compromiso del Ecocentro Puerto Madryn y las comunidades educativas. “La educación transforma y conecta”, concluyeron los organizadores.



