


Una banda de mujeres narco operaba en pleno centro de Añelo. Vendían cocaína y anfetaminas a metros de un polideportivo y un natatorio municipal. El caso sacudió a la ciudad petrolera.
El operativo fue impulsado por la fiscal Silvia Moreira. Junto a su equipo, formuló cargos contra cuatro mujeres. Las acusó por tenencia y comercialización de estupefacientes con agravantes.
La investigación fue coordinada con la división Antinarcóticos. El procedimiento se desarrolló en una vivienda ubicada cerca de dos espacios deportivos muy concurridos por jóvenes.
El allanamiento confirmó las sospechas de los investigadores. Dentro del domicilio encontraron 916 gramos de cocaína y 8 gramos de anfetaminas. También había billetes, balanza, posnet y envoltorios listos para la venta.
Había clientes en el momento del procedimiento. Dos personas estaban comprando droga cuando la policía ingresó al lugar. “Pagaron $10 mil la dosis”, detalló la fiscal durante la audiencia.
Las acusadas fueron identificadas por sus iniciales. C.S.Z.M., N.D.L.M.F.C., N.D.L.C.F.C. y L.P.M. vivirían juntas en el mismo domicilio utilizado como punto de venta.
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La acusación se agravó por la cercanía a espacios deportivos. También por la participación de más de tres personas. El delito tiene doble agravante según la ley vigente.
Durante la audiencia se definieron medidas cautelares. La fiscal solicitó prisión preventiva para dos de las mujeres. Para las otras dos pidió prisión domiciliaria. Todas deberán cumplir cuatro meses bajo esas condiciones.
El juez Cristian Piana dirigió la audiencia de formulación. Avaló los cargos presentados por la fiscalía y fijó un plazo de investigación de cuatro meses. Ratificó las modalidades de detención solicitadas.
Los investigadores destacaron la prolijidad del punto de venta. El lugar contaba con elementos que indicaban fraccionamiento y cobro digital. Una organización simple, pero efectiva.
El allanamiento se concretó el fin de semana pasado. También incluyó otras viviendas de la capital neuquina, donde se realizaron operativos simultáneos.
En Neuquén capital se secuestró más droga. Los efectivos encontraron medio kilo de marihuana y una menor cantidad de cocaína en una casa del Gran Neuquén.
Un hombre fue detenido en esa segunda operación. La casa había sido señalada por vecinos. Allí se realizaban ventas de droga al menudeo en forma constante.
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La fiscalía considera que existen riesgos procesales. La existencia de múltiples documentos y domicilios complica el control judicial. “Encontramos varios DNI con distintas direcciones”, señaló Moreira.
Las detenciones en Añelo muestran un patrón conocido. Grupos pequeños, ubicados estratégicamente, operan sin armas pero con logística. El narcomenudeo se adapta a entornos urbanos.
La cercanía a espacios públicos agrava el impacto social. Las zonas elegidas para vender droga estaban llenas de jóvenes y niños. El daño es doble: salud y comunidad.
Las chicas narco de Añelo actuaban con roles definidos. Algunas fraccionaban, otras vendían. Según la fiscalía, funcionaban como una célula organizada con tareas distribuidas.
El valor de cada dosis sorprendió a los investigadores. Cada cliente pagaba $10 mil por una porción. El volumen de dinero hallado muestra un circuito constante de venta.
Los allanamientos fueron planificados con tiempo. Antinarcóticos venía observando movimientos en el domicilio desde hacía semanas. Los patrullajes nocturnos fueron clave.
El caso deja al descubierto una nueva modalidad. Bandas de mujeres que operan con discreción, sin exhibir poder armado, pero con fuerte inserción territorial.
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El uso del posnet llamó la atención. Las narcos aceptaban pagos digitales. La tecnología no es exclusiva del comercio legal.
El Ministerio Público Fiscal considera el caso emblemático. Reúne todos los agravantes previstos por la ley. También muestra cómo evoluciona el delito en ciudades petroleras.
Las acusadas seguirán detenidas por cuatro meses. El plazo busca garantizar la continuidad de la investigación y evitar fugas o destrucción de pruebas.
La defensa no logró revertir las medidas. El juez respaldó los planteos de la fiscalía. Avaló tanto la prisión preventiva como la domiciliaria.
El dinero incautado se contabilizó en la propia audiencia. Eran $400 mil en efectivo, en billetes de distintas denominaciones. También se secuestraron celulares y agendas.
La causa sigue abierta. No se descartan nuevas detenciones. Tampoco se descarta una conexión con redes más amplias del Valle de Neuquén.
Las vecinas del barrio sabían que algo pasaba. Pero nadie se animaba a denunciar. El miedo y el silencio son parte del negocio narco. Romperlo requiere coraje y respaldo estatal.
Añelo enfrenta desafíos que van más allá del petróleo. La expansión del delito exige prevención, trabajo territorial y decisiones firmes. El narcotráfico avanza donde el Estado retrocede.
Las chicas narco cayeron. Pero el problema sigue. Las dosis vuelven. Los clientes también. El delito se reproduce rápido. El control debe ser constante.







