



Una nueva propuesta del Ejecutivo norteamericano plantea un recorte del 48% en el presupuesto del Departamento de Estado y la agencia USAID.
El documento interno de la Casa Blanca propone reducir el gasto a 28.400 millones de dólares. La cifra representa una poda de 27.000 millones respecto a lo aprobado por el Congreso para 2025.
La asistencia humanitaria global perdería el 54% de sus fondos. El financiamiento en salud internacional también caería un 55%. El recorte más radical apunta al apoyo a organismos internacionales: una reducción del 90%.
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La ONU, la OTAN y más de 20 entidades quedarían fuera del nuevo esquema de financiamiento. En contraste, el gobierno mantendría sin cambios los presupuestos para el Organismo Internacional de Energía Atómica y la Autoridad de Aviación Civil Internacional.
El Departamento de Estado evitó comentar la propuesta. Hasta el momento, no existe información oficial sobre posibles cierres de instalaciones diplomáticas en el exterior.
El Congreso republicano aún no definió su postura frente a la propuesta. Algunos legisladores ya expresaron su rechazo al ajuste generalizado, aunque Trump busca imponer su visión de una política exterior más aislacionista.
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La Universidad de Harvard también figura entre los blancos del ajuste. La Casa Blanca congeló 2.200 millones de dólares en subvenciones y 60 millones en contratos federales.
El grupo de trabajo contra el antisemitismo acusó a Harvard de omitir acciones frente al acoso a estudiantes judíos. Además, cuestionó el uso de fondos públicos y apuntó contra la gestión institucional del conflicto en los campus.
Trump endurece su narrativa y avanza sobre pilares clave del orden global. Los organismos internacionales y el sistema educativo ya sienten el impacto de la estrategia.
Fuente: BAE



