


La cara de Flavio Briatore lo dijo todo. El gesto de desaprobación del italiano en Yeda fue más que elocuente. Jack Doohan volvió a decepcionar. El australiano no estuvo a la altura una vez más.
Su actuación en Arabia Saudita fue una más en una seguidilla de malos rendimientos. Terminó 17º sin mostrar mejoras ni consistencia. Gasly tampoco sumó, pero al menos tuvo un accidente. Alpine volvió a irse sin puntos.
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Doohan completó seis carreras sin resultados. Apenas fue 13º en China, su mejor actuación. En las otras fechas, nunca pasó del 14º lugar. En cuatro de seis qualys, ni superó la Q1.
Comete errores impropios de un piloto de F1. En Japón usó mal el DRS y destrozó el auto. El golpe costó 1.700.000 dólares. Y no fue el único incidente preocupante.
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En China lo penalizaron por dos maniobras peligrosas. También superó límites de pista en Bahréin y cometió otra infracción en Arabia. Él mismo admitió que ya no corre en F2. Pero su manejo sigue diciendo lo contrario.
Los números tampoco lo acompañan en las clasificaciones. Gasly fue más rápido en cada uno de los cinco Grandes Premios comparables. La diferencia se repite y evidencia su falta de ritmo. Alpine necesita otro tipo de piloto.
Franco Colapinto sigue trabajando desde el simulador. El argentino brilla en Enstone y ya probó autos reales en TPC. Superó a Paul Aron en cada oportunidad. También tiene más experiencia en F1 que Kush Maini.
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Colapinto corrió nueve carreras con Williams en 2024. Sumó puntos en Azerbaiyán y en Austin. En cinco de esas carreras fue claramente superior a Doohan. Tiene argumentos deportivos sólidos.
“Soy el piloto que viene después de los que están ahora”, dijo Franco en un podcast. Está tranquilo y enfocado. Su contrato lo respalda. El equipo ya lo ve como la primera opción.
Briatore apostó por él desde el inicio. Lo llevó a Alpine y dejó que los resultados hablen. Por ahora, no se equivocó. El tiempo le da la razón al veterano dirigente.
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Imola aparece como posible fecha para el debut de Colapinto. Sería simbólico: el primer aniversario de su triunfo en F2. Otra opción es Mónaco, días antes de su cumpleaños. Alpine analiza qué conviene más.
Oliver Oakes todavía defiende a Doohan. Pero su postura pierde fuerza. Briatore crece en influencia y quiere cambios. El futuro exige acción inmediata.
La F1 es negocio, y Colapinto atrae dinero. Sus sponsors aportarían 30 millones si es titular. Ese factor también empuja su ascenso. Alpine necesita sumar, también en lo económico.
La butaca está cada vez más cerca. Colapinto merece volver a correr. El piloto, el equipo y la categoría lo saben. Solo falta el anuncio oficial.







