La curiosa relación entre los ascensos del Avellino y la muerte de los Pontífices

Actualidad23/04/2025Sergio BustosSergio Bustos
avellino papa
Francisco con dirigentes del Avellino.

La historia suena increíble, pero los hechos la confirman una y otra vez. Cada vez que el Vaticano pierde a un Papa, el Avellino asciende de categoría en el fútbol italiano. Esta curiosa coincidencia comenzó en 1958 y se mantiene vigente hasta la actualidad, sin haber fallado nunca. Este año volvió a repetirse y ya nadie duda en llamarla “la profecía del Avellino”.

El último episodio ocurrió hace apenas unos días. El sábado 19 de abril, el Avellino derrotó 2-1 al Sorrento y logró asegurar su ascenso a la Serie B. Dos días después, el lunes 21, se conoció la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. La secuencia volvió a despertar teorías, comentarios, memes y asombro en las redes sociales.

Aunque parezca casualidad, la cronología histórica muestra un patrón que se mantiene sin fisuras. En 1958, el Papa Pío XII murió en octubre. Días después, el Avellino consiguió ingresar a la Serie C tras una reestructuración del fútbol italiano. Fue el inicio de un vínculo tan insólito como constante entre la Iglesia Católica y un club del sur de Italia.

Cinco años más tarde, en 1963, se produjo otra pérdida para el Vaticano. El fallecimiento de Juan XXIII coincidió nuevamente con un logro deportivo del Avellino. Ese año, el equipo ascendió como campeón de la cuarta categoría, cumpliendo otra vez con el patrón.

La historia llegó a su punto máximo en 1978, un año que marcó un récord absoluto. No murió un solo Papa, sino dos. Pablo VI falleció en agosto, y tan solo cuarenta días más tarde murió su sucesor, Juan Pablo I. Ese mismo año, el Avellino logró el hito más importante de su historia: ascendió por primera vez a la Serie A.


OTRAS NOTICIAS

MorettiDonación o coima: la madre del exjugador defendió a Moretti

El equipo, dirigido por Paolo Carosi, alcanzó la máxima categoría del fútbol italiano en medio del caos institucional del Vaticano. Para muchos hinchas, esa coincidencia reforzó el mito: cada vez que cambia el Papa, el Avellino crece.

El 2005 no fue la excepción. Juan Pablo II murió en abril de ese año, y el Avellino logró subir nuevamente a la Serie B poco tiempo después. La secuencia parecía cerrarse, pero en 2013, sin que falleciera ningún Papa, se produjo un nuevo evento: la renuncia de Benedicto XVI. Y otra vez, el Avellino volvió a ascender.

En ese momento, muchos pensaron que la “profecía” no era solo cosa de muertes, sino también de transiciones papales. La renuncia también activó el fenómeno, y el equipo de Campania mantuvo su vínculo esotérico con Roma.

Este año, la historia se repitió de manera impecable. El Avellino aseguró su ascenso el sábado, y el lunes murió Francisco. La diferencia de solo 48 horas entre los dos hechos volvió a instalar el tema en medios y redes. Muchos usuarios lo tomaron como una señal divina. Otros, como una simple casualidad estadística.

En las calles de Avellino, la noticia fue recibida con una mezcla de celebración deportiva y recogimiento espiritual. Los hinchas no ocultaron la alegría por el ascenso, pero también mostraron respeto por la muerte del Papa argentino.

El Papa Francisco era reconocido por su amor al fútbol. Hincha confeso de San Lorenzo, su figura despertó simpatía incluso en quienes no compartían su religión. El “gracias por el ascenso” que se leyó en algunos carteles fue más un guiño que una burla.

La ciudad de Avellino, ubicada en la región de Campania, no es una potencia deportiva. Su club vive entre categorías menores, aunque conserva una hinchada fiel. Para ellos, cada ascenso vale oro, y la coincidencia con el Vaticano se transformó en una tradición.


OTRAS NOTICIAS

CombustiblesRepunta la venta de naftas y Chubut es la provincia con mayor alza en el consumo

El fenómeno generó interés internacional. Medios italianos, deportivos y religiosos revisaron los datos, confirmaron fechas y recordaron cada evento. Hasta ahora, nadie logró refutar la secuencia.

Algunos fanáticos armaron teorías. Otros crearon infografías y líneas de tiempo. También aparecieron bromas, memes y videos virales que cruzaban fútbol y religión.

La Iglesia nunca se pronunció sobre esta “coincidencia”, y el club tampoco adoptó una postura oficial. Sin embargo, la historia circula, se difunde y crece con cada repetición.

Para muchos, es solo azar. Para otros, una cuestión de fe. Lo cierto es que la relación entre el Avellino y los cambios papales sigue sumando capítulos. Y mientras la Iglesia cambia de Sumo Pontífice, el club vuelve a festejar un ascenso.

El fútbol, con sus códigos y pasiones, vuelve a cruzarse con lo místico. Avellino no es el equipo más grande, pero sin dudas tiene la historia más rara del calcio.

Ahora, con un nuevo ascenso confirmado, los hinchas ya piensan en lo que viene. La Serie B será otro desafío, pero también otro paso en este camino cargado de superstición.

Las redes siguen explotando con mensajes y recuerdos. Algunos ya se preguntan qué pasará con el próximo Papa.

¿Seguirá la profecía? ¿Volverá el Avellino a ascender cuando el Vaticano anuncie un nuevo cambio? Nadie lo sabe, pero todos lo miran con curiosidad.

Lo cierto es que el Avellino encontró una identidad única. No solo por lo deportivo, sino por esta secuencia imposible de ignorar. Desde 1958 hasta hoy, su destino parece atado al trono de San Pedro.

   

Te puede interesar

Suscribite al newsletter de #LA17