Ya trabajan en el primer gasoducto de GNL desde Vaca Muerta a la costa rionegrina

Actualidad07/05/2025

Avanza el gasoducto.

Argentina ya empezó a diseñar el primer gasoducto exclusivo para exportar gas natural licuado. El anuncio fue realizado por el CEO de YPF, Horacio Marín, quien confirmó que el consorcio Southern Energy trabaja en el trazado de una línea directa desde Vaca Muerta hasta la costa de Río Negro. “Será un gasoducto dedicado, similar al Néstor Kirchner, pero con destino exclusivo a la exportación de GNL”, afirmó.

La obra abastecerá al proyecto Argentina LNG 1, que ya cuenta con la decisión final de inversión. El viernes pasado, las cinco empresas que integran Southern Energy –YPF, Pan American Energy, Pampa Energía, Golar LNG y Harbour Energy– firmaron el compromiso de financiamiento. El desembolso inicial será de 7.000 millones de dólares.

El proyecto contempla la llegada de dos buques licuefactores. El primero, el Hilli Episeyo, se instalará en Río Negro a fines de 2027. El segundo, el MKII, arribará en 2028. Ambos necesitarán un volumen de gas que supera la capacidad del actual sistema de transporte.

La demanda proyectada alcanza los 27 millones de metros cúbicos diarios. El ducto San Martín no podrá abastecer ese volumen, por lo que se diseñará un nuevo gasoducto. “Nos obliga a construir una línea paralela dedicada exclusivamente al GNL”, explicó Marín.

El trazado recorrerá cerca de 500 kilómetros. Unirá el corazón de Vaca Muerta con la costa de Fuerte Argentino, al sur de Las Grutas. Allí se construirá la planta de licuefacción y se ubicarán los buques. El gasoducto será un “gemelo” del Perito Moreno, el ex Néstor Kirchner.

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El ducto no se integrará a la red nacional de gas. No transportará energía para el consumo interno. Estará destinado de forma exclusiva a los barcos del consorcio. “No tocará el gas de consumo local”, confirmó el CEO de YPF.

La construcción podría realizarse bajo un esquema de inversión extranjera directa. Una empresa privada se haría cargo del tendido y cobraría una tarifa fija por transportar el gas. El modelo se conoce como midstream puro, una figura legal nueva en Argentina.

Si no se concreta esa inversión directa, se lanzará una licitación. “En el último trimestre de este año deberíamos licitar si no tenemos capital privado”, adelantó Marín. Esa posibilidad ya está en análisis dentro del consorcio Southern Energy.

El sistema prevé que la empresa de transporte no sea petrolera. Se buscará replicar el modelo del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur, donde la operadora no explora ni produce. Solo invierte, construye y cobra por el uso del ducto. Un modelo habitual en Estados Unidos.

La construcción quedaría a cargo de una empresa constructora internacional. Marín no reveló el nombre, pero confirmó que ya se analiza junto a una firma midstream. “Es confidencial, pero hay una propuesta concreta”, dijo.

YPF tiene experiencia reciente en grandes ductos. El ingeniero Gustavo Gallino, quien dirigió el proyecto del gasoducto Néstor Kirchner, trabaja ahora en el nuevo diseño. “Gallino se sumó al equipo para liderar este desafío técnico”, destacó Marín.

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El proyecto generará una transformación energética inédita para la Argentina. Por primera vez, se exportará gas natural licuado con infraestructura propia. El ducto dedicado permitirá cumplir con contratos de largo plazo en el mercado internacional.

La planta de licuefacción estará ubicada en Fuerte Argentino. Desde allí saldrá el gas convertido en líquido hacia los mercados externos. El diseño incluye instalaciones de carga, almacenamiento y conexión directa a los buques.

Argentina LNG 1 será el primer proyecto de GNL en salir del papel. La inversión inicial se utilizará para montar la infraestructura necesaria para el primer buque. El segundo se financiará con la nueva FID que se anunciará antes del 31 de julio.

Las proyecciones de exportación superan los 2.500 millones de dólares anuales. Si se suman los otros dos proyectos de GNL (con Shell y Eni), el potencial exportador podría alcanzar los 15.000 millones de dólares por año.

El gobierno nacional ya aprobó el ingreso del proyecto al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). La resolución fue publicada en el Boletín Oficial como Resolución 559/2025. Lleva la firma del ministro de Economía, Luis Caputo.

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El RIGI permitirá beneficios fiscales y cambiarios. También autoriza la exportación no interrumpible durante 30 años. Es la primera vez que se aprueba un permiso de este tipo en el sector energético argentino.

La inversión total será de 6.878 millones de dólares. Dentro de esa cifra, se reconocen 2.825 millones como activos computables dentro del régimen fiscal. El beneficio permitirá acelerar el retorno del capital invertido.

El sistema de midstream es clave para liberar fondos productivos. Si una empresa privada financia el gasoducto, las operadoras podrán destinar su capital a perforar pozos. “Eso mejora la eficiencia general del proyecto”, aseguró Marín.

El modelo de tarifa fija garantiza previsibilidad. Las empresas sabrán cuánto deben pagar por el transporte. No habrá necesidad de asumir el riesgo de obra ni financiamiento.

Southern Energy prevé operar en simultáneo con Shell y Eni. Cada consorcio tendrá su planta, sus barcos y su gasoducto. Los otros proyectos se ubicarán en Punta Colorada, más al sur de la costa rionegrina.

El litoral marítimo de Río Negro se convertirá en eje energético estratégico. El país ganará un nuevo polo de exportación energética. Las obras también generarán empleo y actividad económica regional.

La construcción del gasoducto podría iniciar en 2026. Dependerá del cierre de las negociaciones con inversores. Si no se concreta, la licitación será clave para no demorar la llegada de los barcos.

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La puesta en marcha del Hilli Episeyo requerirá gas desde el primer día. Por eso, durante el inicio, se usará el Gasoducto San Martín. Pero luego será insuficiente y deberá estar operativo el nuevo ducto.

El proyecto marca un cambio de escala en la política energética. Hasta ahora, el gas argentino se exportaba por redes existentes o como excedente. Ahora se prepara infraestructura exclusiva para vender al mundo.

El modelo propuesto abre nuevas puertas para el desarrollo. Argentina podrá integrarse al mercado global de GNL con reglas claras, contratos firmes y transporte dedicado.

Fuerte Argentino será el punto de quiebre del modelo gasífero tradicional. Desde esa zona, por primera vez, saldrá gas argentino directamente licuado al exterior. Sin pasar por redes intermedias ni sistemas compartidos.

El consorcio busca cerrar todos los acuerdos este mismo año. El cronograma está ajustado y el tiempo es clave. Las inversiones deben alinearse para que los barcos no lleguen antes que el gasoducto.

Con este paso, Argentina se anota en el mapa mundial del GNL. YPF lidera un proceso inédito con capital privado, empresas internacionales y destino exportador. El gas nacional empieza a recorrer otro camino.