“Estamos atravesando un momento histórico para la construcción en Sierra Grande”

Actualidad08/05/2025

Jorge Pazos.

La construcción en Sierra Grande muestra señales de reactivación. El delegado gremial de la UOCRA, Jorge Pazos, aseguró que “estamos atravesando un momento histórico” con el inicio de obras del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur.

Durante una entrevista en Radio Libre, Pazos destacó la importancia del proyecto. Se trata de una obra estructural que ya generó 100 empleos directos en su etapa inicial en Punta Colorada.

“Son 100 familias que están cobrando su salario quincenalmente”, celebró el dirigente. La empresa Milicic se encuentra a cargo de las tareas tempranas del proyecto VMOS.

Los trabajos actuales incluyen movimiento de suelo y preparación del terreno. En el lugar trabajan operadores de maquinaria pesada, choferes de camiones y ayudantes calificados.

Pazos aclaró que por ahora solo opera una empresa. Pero anticipó la llegada de nuevas firmas en las próximas semanas con más posibilidades de empleo.

“Esto va lento, no con el ritmo que quisiéramos, pero va avanzando”, explicó. Según estimó, esta semana ingresarían otros 22 trabajadores al predio.

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El referente de UOCRA también habló del impacto en Playas Doradas. Allí se observa actividad en viviendas particulares y proyectos turísticos, aunque sin vinculación directa con el oleoducto.

La situación con el proyecto de GNL frenó muchas expectativas. Pazos admitió que algunos inversores suspendieron obras previstas por la falta de definiciones en esa materia.

“La gente apostaba fuerte al GNL. Ahora eso se aplacó un poco”, lamentó. La incertidumbre enfrió el entusiasmo de quienes ya habían iniciado construcciones.

En Sierra Grande también hay movimiento constructivo. Se ejecutan obras menores de infraestructura y mantenimiento, según informó el delegado.

Pazos remarcó que la incorporación de nuevos obreros sigue siendo lenta. Aseguró que el ingreso a las obras ocurre con cuentagotas, condicionado por decisiones ajenas al gremio.

“Al principio fue con mucho ritmo, pero después hubo un parate”, recordó. Atribuyó el freno a cuestiones políticas más que laborales.

El dirigente pidió no generar falsas expectativas. Reconoció que muchos trabajadores siguen esperando su oportunidad, pero insistió en que el proceso recién comienza.

“Pedimos paciencia. Esto recién arranca”, reiteró. Y agregó que la prioridad es dar respuesta a todos los compañeros que dejaron su currículum.

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Mientras tanto, crece la participación en cursos de formación. Pazos valoró el esfuerzo de los obreros por capacitarse en el CIFIC.

“Seguimos con fuerza con la escuelita”, dijo. Allí se dictan cursos de electricidad, construcción en seco, albañilería y hormigón.

La concurrencia es alta y sostenida. Según Pazos, eso demuestra que “la gente espera su oportunidad, pero también se está preparando”.

El dirigente agradeció a los medios que informan con responsabilidad. Consideró fundamental que la comunidad reciba datos precisos sobre los avances.

Pazos subrayó que el proyecto VMOS puede cambiar el perfil productivo de la región. Consideró que el oleoducto tiene potencial para multiplicar el empleo local.

También remarcó la necesidad de acompañar con políticas de vivienda. Señaló que los municipios deben prepararse para recibir más trabajadores.

La llegada de nuevas empresas abrirá más frentes de obra. Pazos pidió que se priorice a los obreros locales en cada etapa.

“Los compañeros están listos y capacitados”, afirmó. El gremio se comprometió a sostener la formación mientras llegan nuevas oportunidades.

La presencia de YPF y Milicic genera confianza en el sector. Pazos aseguró que el ritmo puede mejorar si se consolidan las condiciones macroeconómicas.

El dirigente reconoció que falta coordinación interinstitucional. Propuso que los sindicatos, empresas y gobiernos trabajen juntos para optimizar los procesos.

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El movimiento de suelo ya marcó un cambio visible. En Punta Colorada se observa un despliegue de maquinaria que entusiasma a la comunidad.

La construcción avanza, aunque de forma gradual. Pazos insistió en que lo importante es sostener la continuidad de los trabajos.

El gremio espera que el segundo semestre acelere el ritmo. Muchos trabajadores aguardan una respuesta concreta que los incluya en el proyecto.

Sierra Grande vive un momento bisagra para su historia laboral. El delegado lo describió como “una etapa histórica que puede transformar la localidad”.

El impacto se verá no solo en el empleo directo. También alcanzará al comercio, los servicios y las familias que dependen de la obra pública.

Jorge Pazos cerró con un mensaje claro. “La gente quiere trabajar, y nosotros queremos que se abran las puertas para todos”, concluyó.