


La familia de Pablo Grillo, el fotógrafo herido durante la movilización del 1 de marzo frente al Congreso Nacional, confirmó que deberá ser operado nuevamente por un cuadro de hidrocefalia, una complicación derivada del traumatismo craneoencefálico que sufrió tras el impacto de una cápsula de gas disparada por fuerzas de seguridad.


Según explicó Fabián Grillo, padre del joven, la intervención podría realizarse “en cualquier momento” a partir de este martes, aunque aún no se definió una fecha precisa. En declaraciones a la prensa, aseguró que su hijo atraviesa un momento difícil desde lo emocional: “Está bajoneado, pero cuando lo visitan sus amigos o su hermano, se anima un poco más”, dijo.
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Pablo continúa internado en el Hospital Ramos Mejía, donde fue trasladado de urgencia el 1 de marzo luego de recibir un disparo en la cabeza que le provocó pérdida de masa encefálica. El proyectil, según se constató, fue una cápsula de gas disparada por un agente de Gendarmería durante el operativo de seguridad desplegado en los alrededores del Congreso.
La noticia de la nueva operación llega pocos días después de que Grillo protagonizara un momento esperanzador: el miércoles 7 de mayo, tras 55 días de internación, se mostró en uno de los balcones del hospital junto a su padre y personal médico, con una bata celeste y un gorro de Independiente.
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Dos días después, la familia anunciaba que el fotógrafo recibiría el alta el martes 13 de mayo para continuar su recuperación en un centro de rehabilitación. Incluso compartieron un video en el que Pablo celebraba la noticia tocando la armónica con la melodía de Cuando estés acá, de Los Piojos, y decía con entusiasmo: “El martes me voy”.
Sin embargo, ese proceso tuvo un revés el sábado 11, cuando los médicos detectaron una pérdida de líquido cefalorraquídeo, que motivó su permanencia en internación para controles. Finalmente, el sábado 15 fue sometido a una intervención quirúrgica en la que se logró identificar y tratar la fuga.
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La nueva intervención fue decidida tras detectarse una acumulación anormal de líquido en el cerebro, conocida como hidrocefalia, una complicación frecuente en casos de traumatismo severo. La condición requiere la colocación de un sistema de derivación para drenar el exceso de líquido y aliviar la presión intracraneal.
Desde la cuenta familiar que comunica su evolución médica, se pidió nuevamente acompañamiento y oraciones por Pablo. “A seguir rezando”, fue el mensaje breve y contundente que compartieron este lunes, mientras aguardan la nueva intervención.
Fuente: Clarín, La Nación, Infobae









