La CNEA quiere reactivar la minería y enriquecer uranio

Actualidad04/06/2025Sergio BustosSergio Bustos
uranio rio negro
La CNEA busca reactivar minería de uranio.

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) trabaja para reactivar la minería de uranio en el país y volver a enriquecerlo, como parte del nuevo Plan Nuclear Argentino. El presidente del organismo, Germán Guido Lavalle, confirmó que “conocemos bastante bien en dónde hay uranio; hay varios proyectos, uno podría ser la reactivación de Sierra Pintada, otro empezar con la factibilidad de Cerro Solo”.

La producción nacional de uranio cesó en 1995, tras el cierre de la mina de Sierra Pintada en Mendoza, y desde entonces Argentina depende de importaciones para alimentar sus centrales nucleares. La nueva etapa busca recuperar soberanía tecnológica y energética con base en recursos propios y capacidad científica nacional.

Cerro Solo es un yacimiento ubicado en la provincia del Chubut, donde la CNEA tiene derechos mineros, y que alberga más de 4400 toneladas de uranio asegurado. La producción estimada allí permitiría abastecer el consumo interno de las centrales nucleares, calculado en unas 220 toneladas por año, y destinar el excedente a la exportación.

“Además de esos activos que la CNEA tiene, hay actores privados con derechos mineros, y la ley argentina permite la exportación del uranio con la condición de abastecer primero el mercado local”, explicó Lavalle. El organismo ya inició conversaciones con empresas locales e internacionales interesadas en avanzar con estos proyectos.

En este marco, la CNEA espera firmar acuerdos con empresas mineras antes de que finalice el 2026. Estos convenios serán fundamentales para impulsar la minería nacional del uranio y promover la participación de nuevos actores privados en la cadena de valor nuclear.


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El anuncio se realizó durante un acto institucional en el edificio del reactor RA-10, en construcción dentro del complejo de Ezeiza, en el marco del Día Nacional de la Energía Atómica. El evento contó con la presencia de autoridades de la industria nuclear, entre ellas el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, Demian Reidel.

Germán Guido Lavalle también subrayó la necesidad de crear nuevas empresas tecnológicas dentro del sector nuclear. “La empresa más joven que aquí me acompaña es Dioxitek, tiene más de 30 años. Es decir, no generamos nuevas empresas en más de 30 años; esa es la tarea que desde el Estado tenemos que hacer”, sostuvo.

El plan de la CNEA establece cinco objetivos principales que deberían alcanzarse en 2026: la puesta en marcha del reactor RA-10, el reacondicionamiento de la Planta de Agua Pesada, la activación del Centro Argentino de Protonterapia, la reactivación de la minería de uranio y el regreso del enriquecimiento de este material estratégico.

La intención de volver a enriquecer uranio representa una apuesta tecnológica de alto impacto, ya que permitiría a la Argentina diseñar y fabricar reactores modulares pequeños con combustibles HALEU, que requieren uranio enriquecido entre un 5 y un 20 por ciento.

En la década de 1980, la CNEA logró enriquecer uranio mediante el método de difusión gaseosa en el Complejo Pilcaniyeu, ubicado en la provincia de Río Negro. En esta nueva etapa, el objetivo será avanzar con tecnología de centrífugas, que hoy representa el estándar mundial en este tipo de procesos.

“La tecnología evolucionó y en la CNEA tenemos un grupo trabajando en el desarrollo de máquinas centrífugas capaces de enriquecer uranio”, afirmó Lavalle. Esta línea de trabajo será clave para impulsar nuevas capacidades industriales y fortalecer el programa nuclear nacional.

También se trabaja en la reactivación de la Planta Industrial de Agua Pesada, ubicada en la provincia de Neuquén, con el objetivo de firmar un acuerdo con la firma canadiense Candu Energy y volver a producir este insumo esencial para los reactores de tipo CANDU.

La agenda del nuevo Plan Nuclear Argentino está centrada en el reactor modular ACR-300, un diseño completamente desarrollado por INVAP que busca marcar una nueva etapa en la exportación de tecnología nacional, según detalló Demian Reidel, titular de Nucleoeléctrica.


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“Imaginen si pudiéramos agarrar esta idea brillante que es el CAREM y volver al diseño para traer un CAREM 2.0. Lo hicimos, esa nueva iteración se llama ACR-300, una maravilla tecnológica de 300 MW diseñada por ingenieros argentinos en INVAP”, dijo Reidel.

El ACR-300 busca reemplazar la versión comercial del prototipo CAREM, que se está construyendo en Atucha con una potencia de 32 MW. En lugar de escalar esa iniciativa, se enfocará el esfuerzo en el nuevo diseño modular para el mercado nacional e internacional.

Está previsto construir cuatro módulos del ACR-300 en el complejo Atucha, como parte de una estrategia de producción en serie. Reidel explicó que ya se iniciaron gestiones internacionales para lograr que este reactor sea aceptado en los mercados energéticos globales sin demoras burocráticas.

“Cuando construyamos estos cuatro módulos, queremos licenciar esta tecnología en el resto del mundo”, indicó el funcionario. Acaba de regresar de una misión oficial en París y Viena, donde mantuvo reuniones clave para asegurar este objetivo.

El reactor RA-10, en paralelo, también forma parte de los proyectos centrales del plan. Será utilizado para investigación científica, producción de radioisótopos para medicina nuclear y formación de recursos humanos calificados en el campo nuclear.

El Centro Argentino de Protonterapia es otra de las metas a corto plazo, y busca convertirse en una referencia en el tratamiento de cáncer mediante protones, una técnica de alta precisión utilizada en los países más avanzados del mundo.

Argentina busca recuperar el liderazgo regional en materia nuclear, apoyada en su historia científica y tecnológica, con organismos como la CNEA, Nucleoeléctrica e INVAP como ejes del conocimiento y la innovación.

La decisión de reactivar Cerro Solo generó tensiones con la provincia de Chubut, que reclamó la devolución de los derechos sobre esas concesiones mineras. Sin embargo, la CNEA avanzó con gestiones internacionales para atraer inversores.


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Cerro Solo es considerado el yacimiento más importante de uranio en el país, con capacidad de producción de entre 500 y 550 toneladas anuales, lo que excede con creces la demanda interna del sistema nuclear argentino.

La reactivación de Sierra Pintada marcaría la vuelta de Mendoza al circuito nuclear, una provincia históricamente ligada a la minería de uranio y a la industria energética de base científica.

El proyecto ACR-300 plantea una nueva mirada sobre la industria nuclear, combinando potencia, seguridad, tecnología nacional y una proyección clara hacia la exportación de reactores modulares.

El nuevo plan nuclear integra minería, ciencia, salud, medicina, energía y tecnología, con la mirada puesta en 2026 como año bisagra para el sector en Argentina.

Lavalle y Reidel coincidieron en que la energía nuclear debe recuperar protagonismo, tanto para garantizar soberanía energética como para ofrecer soluciones concretas frente a los desafíos del cambio climático y la transición energética global.

“Estamos conversando con todas las empresas, en particular por estos proyectos, apuntando a firmar acuerdos este año o el próximo”, insistió Lavalle. El impulso institucional será clave para avanzar con inversiones y poner en marcha una nueva etapa.

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