Colapinto explotó tras otro abandono en Silverstone: “¡Es lo mismo que en Barcelona!”

Franco Colapinto vivió una jornada amarga en Silverstone que terminó en frustración y enojo absoluto, luego de que su Alpine sufriera una nueva falla mecánica que le impidió largar el Gran Premio de Gran Bretaña. La situación se volvió insostenible para el piloto argentino, que ni siquiera pudo salir a pista, pese a haber tenido un fin de semana prometedor durante las sesiones de práctica. “No sé qué pasó, la verdad es que todavía no lo sabemos. No pude salir del box”, expresó apenas se bajó del auto, entre gestos de fastidio y decepción. La escena, repetida más de una vez en la temporada, deja en evidencia la fragilidad técnica del equipo y su impacto directo en el ánimo del joven corredor.

La bronca de Colapinto se desató por completo al recibir por radio la confirmación de que no largaría, justo cuando el resto de los autos se alineaban en la grilla. Las cámaras lo mostraron fuera del monoplaza, con el casco todavía puesto, visiblemente alterado y golpeando el muro del box. En medio de ese colapso emocional, se escuchó su grito desbordado: “Hay algo que está roto. ¿Qué carajo? Dios mío, es lo mismo que en Barcelona, es lo mismo”, en referencia al abandono sufrido semanas atrás por un fallo similar. El mensaje, directo y sin filtro, refleja el agotamiento de un piloto que siente que sus posibilidades se le escapan sin haber siquiera tenido la chance de competir.

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Silverstone representaba una oportunidad ideal para Colapinto, debido a las condiciones cambiantes del clima que exigían maniobras inteligentes y capacidad de adaptación, dos virtudes que suele mostrar en circuitos complejos. El asfalto mojado, los vientos cruzados y las decisiones de último momento con los neumáticos abrían la puerta para estrategias inesperadas, algo que el argentino supo aprovechar en otras categorías. “Era una buena carrera para correr, viendo todo lo que pasó. Es una pena que nos estén pasando estas cosas”, comentó tras confirmarse su salida anticipada. El clima le jugaba a favor, pero el auto volvió a dejarlo a pie.

El malestar creció al compararse con su compañero de equipo, Pierre Gasly, a quien superó durante gran parte del fin de semana en los tiempos de práctica y clasificación, alimentando las expectativas de lograr un resultado competitivo. Colapinto sentía que tenía ritmo, actitud y condiciones para pelear posiciones, incluso frente a pilotos más experimentados. “Estuve más rápido que Gasly y viendo dónde terminó, capaz teníamos una buena oportunidad”, lamentó. El hecho de haber estado por delante en las pruebas solo incrementa la sensación de que se perdió una chance valiosa por un error que no fue suyo.

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La reiteración de estos inconvenientes técnicos empieza a marcar la temporada de Colapinto con una sombra difícil de ignorar, especialmente cuando se trata de un piloto que todavía busca consolidarse y ganar continuidad en la máxima categoría. En declaraciones posteriores, admitió que “tuvimos un par de problemas últimamente”, pero evitó profundizar sobre las internas del equipo. La sensación general es que las fallas repetidas no solo afectan los resultados, sino que desgastan emocionalmente a un corredor que viene luchando por cada centímetro desde sus inicios.

A pesar de todo, Colapinto mostró entereza en su última declaración ante la prensa, dejando en claro que no planea detenerse en el camino. Sabe que los contratiempos son parte del automovilismo, aunque duelen más cuando se acumulan sin una solución a la vista. “Hay que seguir trabajando, enfocados en lo que viene. Pero obviamente tengo mucha bronca”, afirmó, sin intentar disimular su descontento, pero dejando una señal de continuidad. Su vínculo con la competencia sigue intacto, aún en medio del desconcierto.

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Lo ocurrido en Silverstone reabre el debate sobre las condiciones técnicas que rodean al piloto argentino dentro de Alpine, una estructura que aún no logra brindarle el respaldo necesario para consolidarse. Mientras tanto, los aficionados argentinos siguen atentos a cada paso, esperando que la próxima carrera sea el punto de inflexión y no una nueva frustración. Por ahora, la bronca se impone sobre los resultados y el talento sigue en pausa, esperando su momento.

Fuente: NA.