Ballenas: “Estamos viendo actividad impresionante en pleno invierno, con acercamientos muy intensos”

“Estamos volviendo a números normales, similares a los de 2019”, aseguró Miguel Bottazzi, referente del sector de avistaje en Puerto Pirámides. Los registros de julio superaron los del año pasado y reflejan una recuperación sostenida desde la pandemia. La actividad se posiciona entre las tres más buscadas por los turistas argentinos, junto a Cataratas y el Cerro Catedral.

Las promociones para residentes tuvieron un efecto inmediato. La campaña “2x1 para chubutenses” generó un aumento del 30% en las visitas durante junio, según datos oficiales. “Gracias a esa acción el impacto se notó en toda la cadena turística, desde alojamientos hasta transporte”, indicó Bottazzi.

OTRAS NOTICIAS:

Continúa en aumento el uso de tarjetas de crédito pese a tasas altas y suba de la morosidad

El cambio en el calendario de avistajes es uno de los fenómenos más notables de este año. Las ballenas comenzaron a llegar antes y se observa una mayor concentración entre julio y agosto. “Estamos viendo actividad impresionante en pleno invierno, con saltos, colas y acercamientos muy intensos”, explicó. Esta modificación llevó al sector a plantear la posibilidad de adelantar formalmente el inicio de la temporada.

Incluso el comportamiento de las orcas sorprendió a los visitantes. Las imágenes captadas por drones mostraron secuencias de caza y defensa grupal entre ballenas francas. “Fue como ver un partido de rugby en el agua, una naturaleza pura y cruda”, describió. Las orcas protagonizaron ataques frente a turistas que, sin esperarlo, vivieron una experiencia similar a un safari acuático.

OTRAS NOTICIAS:

Murieron un padre y sus tres hijos en un brutal choque en Córdoba y detuvieron a un joven

El crecimiento de la población de ballenas reestructura todo el calendario natural. Según Bottazzi, el patrón actual refleja una situación más saludable y real del ecosistema. “La ballena está recuperándose de la extinción, por eso se está acomodando su calendario”, afirmó. Este movimiento anticipado también abre la puerta a reactivar el turismo en meses tradicionalmente más bajos.

La temporada alta sigue concentrando visitas por la variedad de fauna y el clima más benigno. Sin embargo, la calidad de avistajes en julio y agosto genera satisfacción plena en los turistas. “Quienes salen al agua en invierno se encuentran con espectáculos únicos”, sostuvo. En muchos casos, la experiencia supera las expectativas y genera un vínculo duradero con el destino.

El fenómeno se da en un contexto de mayor competencia interna. Tras la pandemia, crecieron las ofertas turísticas y la cantidad de actores en el sector. “La sensación de menor turismo en algunos rubros se explica porque los mismos números se dividen entre más participantes”, analizó.

OTRAS NOTICIAS:

Escapaba de la policía, chocó contra el cordón de la vereda y murió

El impacto económico del avistaje alcanza a toda la comarca. Desde Madryn hasta Gaiman, cada visitante que llega por las ballenas consume, pernocta y recomienda. “El producto ballena ya está instalado en la mente del turista, ahora trabajamos por su fidelidad”, señaló Bottazzi.

Incluso turistas internacionales eligen volver una y otra vez. Bottazzi relató el caso de dos alemanas que embarcaron catorce veces en una semana. “Salieron todos los días, vieron orcas, ballenas, de todo, y quedaron fascinadas”, contó. Esa conexión profunda con la fauna genera una reputación que se expande más allá de las fronteras.