Llegan más empresas chinas a la Argentina pero buscan personal con un requisito particular
Actualidad15/08/2025
REDACCIÓN
jovenes oficinistas de espaldas imagen ilustrativa generada por LA17
La expansión de empresas chinas en Argentina está generando una demanda creciente de profesionales que dominen el idioma mandarín y tengan nociones de la cultura de ese país. Instituciones como la Asociación Cultural Chino Argentina (ACCA) reportan un aumento sostenido de estudiantes, especialmente en los últimos tres años, con 1.600 personas cursando en sus 15 niveles de enseñanza.
La directora de ACCA, Vanessa Liao, indicó que las compañías priorizan el manejo del mandarín para agilizar negocios y optimizar viajes o recepciones de proveedores y clientes chinos. Este requisito se volvió frecuente en sectores como minería, energía, comercio exterior y tecnología. Sin embargo, aún es escaso el número de argentinos con estas competencias.
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Carlos Dubois, presidente de CNGR Advanced Material Co. Ltd., reconoció que es difícil encontrar candidatos locales que hablen mandarín y conozcan la cultura china. Señaló que en muchos casos los ejecutivos chinos no dominan el inglés, por lo que la comunicación directa en su idioma representa “una ventaja única”. El nivel requerido suele ser el de una conversación cotidiana, suficiente para entablar un vínculo fluido.
Desde 2010, ACCA formó a más de 10.000 personas. Ana Kuo, presidenta de la institución, confirmó que la motivación más habitual de los estudiantes es el interés en intercambios comerciales y profesionales con China. El perfil abarca desde profesionales del comercio exterior y la ingeniería hasta estudiantes de relaciones internacionales y arquitectura.
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El CEO del Consejo Chino Argentino, Ernesto Taboada, remarcó que aprender mandarín implica también asimilar valores culturales milenarios. “No es solo hablar; es entender a una cultura de más de cinco mil años”, explicó, destacando que el idioma es el más elegido en el Centro Universitario de Idiomas y que en el país viven casi 200 mil personas de origen chino.
Casos como el de Martín Urribarri, profesional de logística internacional que trabajó con Huawei y Xiaomi, ilustran la importancia de la inmersión cultural. Asegura que conocer las formas de relacionarse es tan importante como el vocabulario, ya que evita malentendidos y mejora la confianza con socios asiáticos.
Para Alejandra Conconi, directora de la Cámara Argentino China, el mandarín es “un idioma con alto valor agregado” que, aunque no siempre es requisito excluyente, puede ser un factor decisivo en la selección de personal. Muchas empresas financian parcial o totalmente los cursos para su equipo, reconociendo el beneficio que aporta en negociaciones y proyectos.
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Atila Teitelbaum, empresario del comercio internacional, subraya que el idioma facilita acuerdos, agiliza viajes y contribuye a resolver problemas. Resalta que incluso un nivel básico es valorado, y que la inversión en formación se compensa con mejores resultados comerciales.
La integración de cursos de mandarín en colegios y universidades, junto con el avance de la enseñanza virtual hacia el interior del país, confirma que el aprendizaje del idioma dejó de ser una rareza para convertirse en una herramienta estratégica. Además de abrir puertas laborales, mejora habilidades cognitivas y promueve un entendimiento más profundo entre culturas.
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