Impulsan un plan nacional para retirar camiones obsoletos con incentivos y chatarrización

La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) avanza con la propuesta de un plan de recambio de flota mediante chatarrización, con el objetivo de optimizar la eficiencia logística, mejorar la seguridad vial y reducir el impacto ambiental. El proyecto, presentado a la Secretaría de Transporte de la Nación y respaldado por terminales y fabricantes, plantea un sistema de incentivos para que las unidades antiguas salgan de circulación de forma definitiva.

La iniciativa se centra en vehículos con más de tres décadas de antigüedad, que serán entregados a plantas de compactación habilitadas para su destrucción total. El proceso incluirá la baja definitiva en el Registro de la Propiedad del Automotor y la emisión de un Certificado Endosable de Chatarrización, que servirá como crédito para la compra de camiones o remolques nuevos.

Cristian Sanz, presidente de FADEEAC, sostuvo que “la renovación de la flota impacta de modo directo en la mejora de la seguridad vial y en la reducción del impacto ambiental del parque automotor obsoleto”. Explicó que el valor nominal de los certificados se determinará a partir de reducciones impositivas y arancelarias, compensadas posteriormente con el movimiento económico que genere la venta de unidades nuevas.

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El plan también contempla que el certificado pueda ser transferido a otra empresa de transporte de cargas, ampliando las posibilidades de acceso a unidades modernas. Según Sanz, “el contexto actual es ideal para avanzar con el Plan de Chatarrización”, ya que existe disponibilidad de crédito y stock de unidades nacionales e importadas.

En su expediente, FADEEAC detalló que en Argentina hay 683.000 unidades dedicadas al transporte interjurisdiccional, de las cuales 416.000 son camiones y tractocamiones, y 267.000 remolcados. La antigüedad promedio del parque ronda los 20 años, un dato que la entidad considera determinante para la urgencia del recambio.

La federación señaló que las empresas grandes han logrado renovar unidades mediante financiamiento propio o de terminales, incorporando vehículos más potentes y seguros. En cambio, las firmas más pequeñas, con menores recursos, han debido optar por unidades menos avanzadas tecnológicamente o recurrir a camiones usados, manteniendo así la antigüedad del parque.

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El circuito propuesto establece que la unidad a retirar llegue por sus medios o acoplada a un tractor, pase por una etapa de descontaminación y luego sea compactada para transformarse en materia prima para la industria. La planta procesadora debe garantizar que ninguna de sus partes vuelva al mercado como repuesto, cerrando así el ciclo de vida del vehículo.

FADEEAC considera que este esquema aportará beneficios a toda la cadena logística, reduciendo el riesgo de siniestros, mejorando la competitividad y disminuyendo las emisiones contaminantes. Además, plantea que la articulación con el Estado y la industria puede acelerar un proceso que, hasta ahora, dependió casi exclusivamente de la capacidad financiera individual de las empresas.

La propuesta se encuentra en tratamiento en instancias superiores de la Secretaría de Transporte, con la expectativa de que su aprobación permita iniciar la renovación a gran escala en el corto plazo.

Fuente: Infobae.