En busca de la unidad y caras nuevas, la CGT fijó fecha para elegir autoridades

Política20/08/2025

EDIFICIO DE LA CGT

La Confederación General del Trabajo (CGT) transita un momento clave en su historia reciente. Después de nueve años de una conducción compartida, la central obrera puso fecha para renovar autoridades: el 5 de noviembre, apenas días después de las elecciones legislativas. La decisión abre un escenario cargado de tensiones, con sectores que promueven un perfil más combativo frente al gobierno de Javier Milei y otros que insisten en mantener canales de diálogo.

El primer paso hacia esa definición será el 27 de agosto, cuando los líderes gremiales se reúnan en el camping de SETIA, en Ezeiza. Ese encuentro, que algunos ya bautizaron como el “Pacto de SETIA”, buscará ordenar las piezas de un tablero atravesado por el desgaste y la necesidad de mostrar unidad en medio de un contexto económico adverso.

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La conducción actual, integrada por Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello, ya anunció que no buscará continuar en sus cargos. Tanto Daer como Acuña llevan desde 2016 al frente de la CGT, en distintos formatos de triunvirato. Argüello, en tanto, llegó en 2024 tras la salida de Pablo Moyano, quien renunció disconforme con lo que consideraba una actitud pasiva ante los embates del oficialismo.

El balance de gestión incluye tres paros generales, movilizaciones masivas y varias acciones judiciales que bloquearon algunas iniciativas del Ejecutivo. Sin embargo, los gremios no logran ocultar un desgaste evidente: la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en 2025 y el avance de proyectos de reforma laboral que flexibilizan las condiciones de contratación y limitan el derecho a huelga alimentan reclamos de mayor firmeza en la respuesta sindical.

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Dentro de la interna, la principal discusión gira en torno al formato de conducción. El triunvirato, utilizado para equilibrar sectores desde 2016, aparece agotado para muchos. La dificultad para acordar decisiones entre tres figuras de peso y la fragmentación de intereses generan un escenario complejo. Por eso, varios gremios empujan la idea del unicato, con un único secretario general que concentre poder y defina una línea clara de oposición al gobierno.

Entre los más firmes en esa postura está Abel Furlán, de la UOM, cercano a Cristina Kirchner y con respaldo de los sindicatos del transporte nucleados en la CATT. La visión de este sector es tajante: con un gobierno que no ofrece diálogo, se necesita una conducción fuerte y unificada para enfrentar las políticas de ajuste.

Otros dirigentes, como Luis Barrionuevo, Armando Cavalieri y Jorge Sola, también se inclinan por el unicato, aunque sin descartar instancias de negociación con el oficialismo. Sola, actual secretario de Comunicación de la CGT, aparece incluso como uno de los nombres que podría encabezar la nueva etapa.

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A pesar de esas voces, lo más probable es que el próximo formato vuelva a ser el de un triunvirato. Los gremios más dialoguistas, como UPCN de Andrés Rodríguez y UOCRA de Gerardo Martínez, presionan para mantener el equilibrio de fuerzas y ya promueven nuevos nombres, entre ellos Cristian Jerónimo (vidrio), el propio Sola y Maia Volcovinsky (judiciales).

La definición final dependerá no solo de las negociaciones internas, sino también del resultado de las elecciones legislativas del 26 de octubre. Si Milei sale fortalecido, la CGT enfrentará el dilema de cómo ejercer oposición sin quedar aislada; si resulta debilitado, el margen para una conducción más confrontativa crecerá.

Fuente: Ámbito