
Seis de cada diez estudiantes argentinos ven limitada su proyección futura por la situación económica
Actualidad21/08/2025
REDACCIÓN
Un 63% de los estudiantes argentinos de 15 años afirma que su situación económica condiciona lo que podrá hacer después de la secundaria. Así lo expone el informe “¿Qué piensan los estudiantes de 15 años sobre su futuro y la escuela?”, elaborado por FLACSO Argentina y Argentinos por la Educación a partir de los datos de PISA 2022.


La preocupación es mayor en los sectores más vulnerables, donde alcanza al 67%, mientras que entre los jóvenes de familias con mejores ingresos baja al 55%. La cifra nacional supera el promedio de los países de la OCDE, que se ubica en 52%.
El estudio destaca que el 65% de los estudiantes se siente bien informado sobre sus opciones educativas y laborales tras la secundaria, aunque el porcentaje es menor que en otros países de la región como Colombia, Costa Rica o Perú. Allí surge la necesidad de fortalecer las estrategias de orientación escolar.
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Un dato alentador es que tres de cada cuatro alumnos (76%) consideran que la escuela les enseñó contenidos útiles para el trabajo, y un 64% asegura que el colegio les dio confianza para tomar decisiones. En ambos casos, los valores superan los promedios de la OCDE.
La presión familiar se presenta como otro factor central. Casi la mitad de los adolescentes (47%) siente que su familia condiciona el camino a seguir tras la secundaria, ya sea estudiar, trabajar o aprender un oficio. La proporción es la más alta de América Latina y supera ampliamente el 35% de la OCDE.
Sandra Ziegler, investigadora de FLACSO, sostuvo que “este enfoque permite valorar la contribución de la escuela más allá de los aprendizajes formales y comprender cómo los estudiantes perciben su papel en la construcción de proyectos de vida”. A su vez, remarcó la importancia de acompañar a los jóvenes en un contexto cambiante.
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En la misma línea, Juan Pablo Cmet, de la Fundación Córdoba Mejora, señaló que “la mayoría le teme al futuro, pero confía en la escuela. Es un buen disparador para sumar a otros sectores a la conversación: empresas, Estado y familias”.
Guillermina Laguzzi, de la Organización de Estados Iberoamericanos, apuntó a la contradicción que atraviesan los adolescentes: “Valoran las herramientas de la escuela, pero sienten ansiedad y falta de preparación para la vida adulta”.
Finalmente, Gustavo Gándara, de la Fundación UOCRA, advirtió que “los adolescentes manifiestan inseguridad respecto de su preparación y enfrentan presiones que condicionan sus posibilidades de imaginar trayectorias diversas”. Según dijo, la formación profesional puede ser una vía estratégica para ampliar horizontes.
















