

Este domingo, Laura Ubfal sorprendió en Infama con una revelación inesperada: “L-Gante perdió todo. Había humo, todo negro, dos pisos destrozados. ¿Bomba o brujería?”, lanzó la periodista, dando a entender que el cantante sospecha de un atentado.


Según contó, el artista había publicado un mensaje en redes donde aseguraba que el fuego arrasó con todo. Sin embargo, lo borró pocos minutos después. Esa actitud enigmática aumentó las dudas sobre lo ocurrido en el barrio privado de Canning.
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“Cree que alguien se lo hizo”, remarcó Ubfal, dejando instalada la teoría de un ataque intencional. La versión encendió las alarmas en el entorno del músico, que atraviesa un momento personal y mediático convulsionado.
El hecho se produjo pocos días después de que Elián Valenzuela firmara un acuerdo de cuota alimentaria con Tamara Báez, madre de su hija Jamaica. La escena fue insólita: sobre el capot de un auto, en plena noche, rodeado de amigos y abogados.
Ese pacto puso fin, al menos en los papeles, a una disputa judicial que llevaba meses y que incluyó denuncias cruzadas, restricciones legales y hasta la imposibilidad de que el artista viajara al exterior por estar en el registro de deudores alimentarios.
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Yanina Latorre también reveló en su programa que “L-Gante y Tamara firmaron la paz”, mostrando imágenes del momento en que el músico rubricó el acuerdo con su ex.
La situación parecía empezar a calmarse, pero la misteriosa destrucción en su casa vuelve a instalar dudas y polémicas en torno al cantante. Nadie logra explicar qué ocurrió en el lugar ni qué motivó semejante daño.
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Entre rumores de brujería, hipótesis de un atentado y el hermetismo del propio L-Gante, el episodio abre un nuevo capítulo en la historia mediática del artista.
Por ahora, no hay certezas, solo un interrogante que lo persigue: qué pasó realmente en Canning.
Fuente: Primicias Ya


















