Fondo buitre exige acciones de Aerolíneas y Banco Nación como pago de millonaria deuda

El fondo buitre Bainbridge volvió a la carga en la Justicia de Nueva York con un pedido que sacude al Gobierno argentino. Presentó un reclamo en el Tribunal del Distrito Sur para que se transfieran acciones de Aerolíneas Argentinas y del Banco Nación como forma de saldar una deuda que ronda los 95 millones de dólares.

Según el escrito firmado por el abogado Anthony J. Costantini, el fallo que favoreció al fondo en diciembre de 2020 “permanece completamente impago”, lo que motivó esta nueva ofensiva legal. Bainbridge busca que los activos estatales sean depositados en un banco neoyorquino y luego girados a su nombre como parte de la ejecución.

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La estrategia de este fondo se mantiene inalterable desde hace casi dos décadas. Rechazó los canjes de deuda de 2005, 2010 y 2016, y desde entonces litiga de manera incesante contra la Argentina en los tribunales estadounidenses.

En 2023 intentó avanzar sobre las reservas del Banco Central, pero la jueza Loretta Preska rechazó el planteo. Más adelante, junto a Burford Capital, buscó ejecutar acciones de YPF, aunque la Cámara de Apelaciones suspendió la medida y le cerró esa puerta.

Ahora Bainbridge apunta a los títulos de empresas estatales, un terreno resbaladizo desde el punto de vista jurídico. Expertos advierten que no hay precedentes firmes en Estados Unidos para este tipo de transferencias forzadas, aunque el fondo se muestra decidido a insistir.

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La jueza Preska deberá resolver si habilita el camino solicitado. En caso de dar luz verde, la Argentina podrá apelar y pedir la suspensión, como ya ocurrió en varias ocasiones con reclamos similares.

Mientras tanto, la presión sobre el país crece en la misma corte neoyorquina. Esta semana, la magistrada también rechazó limitar el acceso de los acreedores a información sobre activos estatales, lo que deja a la Argentina en una posición más expuesta.

En el Gobierno siguen de cerca cada movimiento judicial. Aunque el monto en disputa no es el más alto de los litigios vigentes, el impacto político y económico podría ser considerable si se afecta a compañías estratégicas como Aerolíneas Argentinas o el Banco Nación.

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El escenario se complejiza porque los fondos buitre buscan establecer nuevas vías de cobro sobre bienes de propiedad estatal, una práctica con escasa base legal pero con gran capacidad de generar incertidumbre en los mercados.

La Argentina acumula así un nuevo capítulo en su extensa saga judicial en Nueva York, con un frente abierto que combina fallos adversos, apelaciones y la constante amenaza de embargos.

La discusión sobre la soberanía de los activos estatales vuelve al centro de la escena. El reclamo de Bainbridge coloca sobre la mesa un debate sobre hasta dónde pueden avanzar los fondos en su búsqueda de cobrar lo que consideran adeudado.