La convivencia escolar: violencia, familia y futuro educativo en Argentina

Actualidad12/09/2025

Bullyin escolar imagen ilustrativa Freepik

El director del Observatorio de Convivencia Escolar, Alejandro Castro Santander, advirtió que “normalizar la violencia en las aulas impide verla y actuar a tiempo”. En diálogo con El Quinto Poder por #LA17, explicó que los informes recientes muestran cómo miles de estudiantes sufren discriminación y burlas dentro de la escuela, aunque la mayoría asegura sentirse bien en ese entorno.

El especialista señaló que esta paradoja refleja un problema profundo. “Más del 75% de los alumnos de secundaria admiten haber sido discriminados por su aspecto físico”, detalló. Entre los casos más frecuentes mencionó las burlas por la forma de hablar, el peso o la aparición de vello en la cara durante la adolescencia.

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También resaltó que en la primaria la situación no es muy diferente. “Seis de cada diez chicos de sexto grado sufren agresiones y cuatro de cada diez sufren discriminación”, precisó. Para Castro Santander, esto evidencia un clima que no favorece el bienestar generalizado y que demanda más atención institucional.

Al mismo tiempo, puso el foco en la naturalización de estos hechos. “Cuando se considera normal la violencia, deja de reconocerse y resulta muy difícil intervenir”, advirtió. Según su visión, esta falta de reacción explica en parte por qué algunos episodios graves pasan desapercibidos incluso en escuelas que sí trabajan la convivencia.

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El referente explicó que gran parte de estos problemas tiene origen en los hogares. “El 70% de los casos de bullying se asocian a entornos familiares disfuncionales”, afirmó, y agregó que la violencia se aprende primero en la casa. La escuela, dijo, debe acompañar, pero no puede reemplazar el rol estratégico de la familia en la formación de respeto y tolerancia.

Castro Santander señaló además la importancia de capacitar a los docentes en la detección temprana de indicadores. “La sola sospecha de abuso o maltrato debe llevar a una denuncia, incluso si luego no se confirma”, subrayó. Recordó que la ley resguarda a los educadores que actúan de esa manera.

En cuanto a las prioridades educativas, remarcó los problemas de alfabetización y la necesidad de garantizar la cobertura en el nivel inicial. También criticó la reducción de la inversión en educación. “Se bajó de un 5,4% a menos del 1% del PBI, un retroceso muy grave”, sostuvo, y pidió blindar el presupuesto educativo para asegurar políticas sostenidas.

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Otro de los puntos centrales fue la valoración social del docente. “Argentina ocupa el puesto 31 de 35 en estatus docente”, indicó, y remarcó la urgencia de fortalecer la formación y la autoridad pedagógica. A su juicio, sin condiciones dignas y reconocimiento social no habrá mejoras duraderas en el sistema.

Finalmente, vinculó el rendimiento académico con el clima escolar. “En escuelas con violencia física los alumnos rinden hasta 40 puntos menos en matemática, lo que equivale a perder un año de estudio”, explicó. Por eso insistió en que la convivencia debe considerarse un eje estratégico, tan importante como los contenidos curriculares.