Lula da Silva desafía a Trump y afirma que Brasil no aceptará presiones externas

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió con dureza a las advertencias del expresidente estadounidense Donald Trump y de su gobierno. “Estados Unidos necesitan saber que no están tratando con una republiqueta bananera”, expresó al rechazar cualquier intento de sanción por la condena del Supremo Tribunal Federal (STF) contra Jair Bolsonaro, sentenciado a más de 27 años de prisión por tentativa de golpe de Estado.

En declaraciones a la cadena Bandeirantes, Lula afirmó que “no temo nuevas sanciones” y que las acusaciones formuladas por Trump carecen de sustento. Subrayó que la decisión judicial se enmarca en la independencia del sistema brasileño y que ningún país extranjero puede intervenir en ese proceso.

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El mandatario sostuvo que no existe un déficit comercial con Estados Unidos que justifique represalias y calificó la postura de Trump como un acto de arrogancia. “Es arrogancia de él no querer que la Justicia brasileña juzgue a alguien que cometió un crimen”, apuntó en relación al expresidente Bolsonaro.

La tensión escaló luego de que la Casa Blanca, a través de su vocera Karoline Leavitt, dejara abierta la posibilidad de “usar medios militares” para defender la libertad de expresión en el mundo. Lula respondió con ironía: “No puedo tomar muy en serio la posición de un portavoz, no le responderé a un portavoz”.

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Trump había manifestado su “sorpresa” por la condena a Bolsonaro y comparó el proceso con los juicios que él mismo enfrenta en Estados Unidos. En paralelo, Washington decidió no renovar las visas de ocho jueces del STF y aplicó sanciones financieras contra Alexandre de Moraes, quien encabezó el juicio.

Para el gobierno brasileño, esas medidas constituyen una injerencia directa en los asuntos internos. Lula insistió en que “el presidente de un país no puede quedarse interfiriendo en las decisiones de otro país soberano”, en alusión a los comentarios de Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio.

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El fallo del STF marcó un hito en la política brasileña al condenar a un expresidente por un intento de ruptura institucional. La sentencia, que desató reacciones internacionales, fue celebrada por sectores que respaldan el fortalecimiento de la democracia en la región.

En ese contexto, Lula reiteró que su gobierno seguirá defendiendo la autonomía judicial y política de Brasil. “Si él va a tomar otras actitudes, es un problema de él”, sentenció en referencia al exmandatario estadounidense.

Fuente: DW, NA