
Qatar acusa a Netanyahu de “terrorismo de Estado” y exige llevarlo ante la justicia internacional
Actualidad14/09/2025
Sergio Bustos
Qatar se colocó en el centro de la crisis regional tras el ataque israelí en Doha. El primer ministro Mohamed bin Abdelrahman Al Thani exigió que Benjamin Netanyahu sea llevado a la justicia internacional por “terrorismo de Estado”.


El emir Tamim bin Hamad Al Thani asistió a los funerales de las víctimas y recibió mensajes de solidaridad de Egipto. El presidente Abdel Fattah el-Sisi transmitió “pleno respaldo” a Qatar y propuso coordinar posiciones frente a lo que definió como una escalada peligrosa.
Según Hamás, el ataque tuvo como objetivo directo a su delegación negociadora. “Este crimen fue un asesinato de todo el proceso de negociación y un ataque deliberado al papel de nuestros hermanos mediadores”, declaró Fawzi Barhoum en un discurso televisado.
El funcionario palestino aseguró que en el momento del bombardeo se discutía una propuesta de alto el fuego presentada por Estados Unidos. La ofensiva israelí habría intentado desbaratar ese esfuerzo diplomático.
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Desde Doha, el premier qatarí fue contundente. “Netanyahu debe ser enjuiciado. Lo que hizo acabó con cualquier esperanza para los rehenes”, afirmó, aludiendo a las familias israelíes que dependen de la mediación para liberar a sus allegados en Gaza.
Las reacciones no se limitaron al mundo árabe. Reino Unido, Francia y Alemania calificaron el hecho como un crimen de guerra y repudiaron la violación de la soberanía qatarí. La condena internacional refleja la gravedad del episodio.
Emiratos Árabes Unidos, aliado de Israel desde los Acuerdos de Abraham, también cuestionó con dureza. “Cualquier ataque contra Qatar equivale a un ataque al sistema de seguridad del Golfo”, dijo Afra al-Hameli, funcionaria emiratí en diálogo con Al Jazeera.
El presidente emiratí, Mohammed bin Zayed, inició contactos con otros países del Golfo para coordinar respuestas. Según trascendió, Abu Dhabi evalúa congelar su relación bilateral con Israel.
La tensión es máxima porque el ataque israelí en Doha se percibe como un quiebre de todas las normas diplomáticas. En Qatar temen que la agresión sea un precedente para futuras ofensivas en otros países de la región.
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Analistas locales recordaron que Israel ya ejecutó acciones similares en Yemen, Líbano e incluso en Irán, bajo el argumento de combatir células terroristas. La violación a la soberanía qatarí abre un nuevo frente en un escenario de creciente inestabilidad.
La Casa Blanca no emitió declaraciones inmediatas, aunque diplomáticos estadounidenses reconocieron la dificultad de sostener las negociaciones de alto el fuego tras este episodio. El ataque dejó a la mediación regional en una posición crítica.
El premier qatarí advirtió que la ofensiva “acabó con la última esperanza de los rehenes”. Según relató, él mismo había recibido a familiares de secuestrados israelíes horas antes del bombardeo.
Para Qatar, la prioridad sigue siendo mantener abierta la vía diplomática. Sin embargo, el mensaje es claro: el emirato no permitirá que Israel socave su rol como mediador regional sin consecuencias políticas.
La presión internacional crece sobre Netanyahu, acusado de alterar cualquier intento de paz en Gaza. Qatar ya anticipó que llevará el caso a instancias judiciales internacionales para exigir responsabilidades.
Con esta acusación formal, el Golfo entra en una etapa de mayor tensión y las negociaciones por un alto el fuego en Gaza parecen más lejanas que nunca.
















