Itaú despidió a más de mil empleados por “inactividad” en teletrabajo
Actualidad15/09/2025
Sergio Bustos
Banco Itaú.
El banco Itaú encendió la polémica en Brasil tras despedir a más de un millar de trabajadores en São Paulo. La entidad aseguró que detectó largos periodos de inactividad en los equipos informáticos durante las jornadas de teletrabajo y usó ese argumento para concretar las desvinculaciones.
El informe interno de productividad, elaborado en los últimos seis meses, constató desconexiones de hasta cuatro horas sin actividad. Para Itaú, esa falta de movimiento en las computadoras evidenció un bajo desempeño en modalidad remota.
La entidad explicó que la medida forma parte de una estrategia de reorganización interna. “El teletrabajo ha traído nuevas oportunidades, pero también nuevos retos de gestión. Nuestro deber es garantizar que los recursos se usen de la mejor manera posible”, señalaron desde la dirección.
Actualmente, Itaú cuenta con más de 95.000 empleados, de los cuales 85.775 trabajan en Brasil. El 40% de la plantilla permanece en oficinas dedicadas a la atención al cliente, mientras que el 60% combina teletrabajo con asistencia presencial obligatoria al menos ocho veces por mes. El banco sostuvo que las auditorías informáticas fueron decisivas para valorar la productividad de este sector.
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La noticia generó un rechazo inmediato entre los sindicatos. La Federación de los Bancarios de São Paulo denunció la aplicación de un “criterio simplista” que no refleja la realidad del trabajo a distancia. “El hecho de que una computadora no registre actividad no significa que el empleado no esté trabajando”, subrayaron.
Los gremios remarcaron que el trabajo remoto incluye reuniones telefónicas, revisión de documentos impresos y coordinación de tareas por fuera de la computadora. “Puede haber problemas de conexión o pausas necesarias por salud. Nada de eso fue considerado”, agregaron.
Los representantes sindicales también criticaron el avance de la vigilancia digital. “El teletrabajo no puede ser una excusa para imponer controles excesivos ni prácticas de espionaje encubierto”, advirtieron en un comunicado.
La federación anticipó que evalúa medidas judiciales para revertir los despidos. Al mismo tiempo, pedirá la readmisión de los afectados y la apertura de una mesa de diálogo. El objetivo es establecer criterios claros y transparentes de evaluación en el marco del nuevo esquema laboral híbrido.
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La controversia expuso un dilema que atraviesa a miles de empresas en todo el mundo: cómo medir la productividad en un entorno donde los tiempos de trabajo ya no están marcados por la presencia física.
En el caso de Itaú, la apuesta por la eficiencia convive con un fuerte cuestionamiento social. Los gremios sostienen que detrás de la reorganización se esconde un ajuste que amenaza derechos básicos de los trabajadores.
La medida también despertó críticas en el plano político. Diversos legisladores advirtieron que este tipo de prácticas pueden sentar un precedente negativo en un país donde el teletrabajo se expandió con fuerza tras la pandemia.
El conflicto recién comienza. Con acciones legales en marcha y presión sindical en aumento, el debate sobre los límites de la digitalización en el empleo bancario promete instalarse en la agenda pública brasileña.
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