El historial oculto que Google almacena de cada usuario y cómo borrarlo de manera sencilla

Cada vez que un usuario realiza una búsqueda, consulta un mapa o reproduce un video en YouTube, deja una huella digital. Ese rastro queda guardado en la cuenta personal de Google y permite a la compañía tecnológica armar un perfil minucioso sobre los gustos, la ubicación y hasta las relaciones de las personas.

Lo que parece una ventaja —recuperar una página visitada o recordar un lugar en Maps— es en realidad parte de una base de datos enorme. Google registra ubicaciones, historiales de navegación, videos reproducidos, correos abiertos, compras en línea y hasta preguntas al asistente de voz. Con esa información alimenta el sistema de publicidad segmentada que sostiene su modelo de negocios.

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El punto crítico no está solo en la utilidad comercial. La concentración de datos privados en un único lugar representa un riesgo para la privacidad. Si esa información llegara a utilizarse de manera indebida, podría exponer aspectos íntimos de la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo.

Frente a este escenario, especialistas en seguridad digital recomiendan revisar de manera periódica lo que Google guarda. Eliminar el historial no solo reduce la exposición a ciberataques, sino que ayuda a mantener el control sobre la identidad digital.

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El procedimiento es sencillo y puede realizarse desde cualquier dispositivo. El primer paso es ingresar a la página “Mi Actividad” en myactivity.google.com e iniciar sesión. Allí aparece un registro completo de búsquedas, reproducciones, recorridos en Maps y demás interacciones, organizadas por fecha y servicio.

Una vez dentro, se pueden aplicar filtros para ver qué se guardó y decidir qué borrar. Google permite eliminar todo el historial, hacerlo por períodos específicos, seleccionar un servicio en particular como YouTube o Maps, o borrar entradas una por una.

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Otra opción disponible es el borrado automático. El sistema permite configurarlo para que la eliminación se realice de manera programada cada 3, 18 o 36 meses. De esta manera, se evita que la cuenta acumule información durante años.

Además, los usuarios tienen la posibilidad de desactivar registros futuros. En la sección “Controles de la actividad” se pueden pausar el historial de ubicaciones, la actividad web y de aplicaciones o el registro de YouTube. Esto no impide el uso de los servicios, pero sí limita la información que se conserva.

Fuente: Clarín