Estrategia para proteger a las víctimas de violencia de género a tiempo

La violencia de género sigue siendo un problema grave y complejo que afecta a muchas mujeres, inmovilizadas por el miedo, la dependencia y la confusión. Las víctimas suelen atravesar ciclos que combinan episodios de violencia con periodos de calma y arrepentimiento del agresor, lo que genera un entramado difícil de romper sin ayuda externa.

Romper el aislamiento es el primer paso para la protección. Familiares, amigos o conocidos son quienes pueden advertir cambios en la conducta o en la vida cotidiana de la víctima y alertar a los organismos especializados.

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La violencia puede expresarse de múltiples maneras: “golpes, insultos, humillaciones, control económico o acoso sexual son señales que no deben pasarse por alto”, señalan desde la red interinstitucional de Lago Puelo. Entre los indicadores también aparecen lesiones físicas frecuentes, aislamiento social, pérdida de autonomía y alteraciones en la apariencia personal.

Escuchar y creer en el relato de la víctima resulta fundamental. Ofrecer apoyo emocional y acompañamiento práctico son gestos esenciales que pueden marcar la diferencia. En Lago Puelo, cualquier persona que conozca un caso puede acudir directamente a la Comisaría de la Mujer, a la Fiscalía o a los servicios locales de asistencia.

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La denuncia es una herramienta decisiva para activar medidas de protección y evitar que el ciclo de violencia continúe. Pueden realizarla la propia víctima, un familiar, un vecino o incluso un profesional de la salud o de la educación que tome conocimiento de la situación.

La red interinstitucional de Lago Puelo integra a organismos públicos y sociales que trabajan bajo protocolos colaborativos. “El objetivo es llegar a la víctima de manera temprana, brindando apoyo seguro y un plan de acción coordinado”, remarcan desde la coordinación.

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Entre las instituciones que participan se encuentran el Departamento de Diversidad y Género de la Municipalidad, el Hospital Rural de Lago Puelo, el Servicio de Protección de Derechos, el Equipo Técnico Interdisciplinario del Poder Judicial, el SAVD, la Comisaría de la Mujer, Socorro Rosa, Ni Una Menos Lago Puelo, la Biblioteca Popular, la Junta Promotora Isla Sur, el Club Social y Deportivo Frontera, la Secretaría de Género de ATE Comarca Andina y el CAAC Nehuen Antu.

El rol de la Fiscalía también es central: recibe denuncias, evalúa riesgos y dispone medidas de protección, además de garantizar el acompañamiento a través del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito. “La denuncia no es solo un trámite judicial, es un paso para resguardar a la víctima y exigir justicia”, destacan.

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En Lago Puelo, la red interinstitucional trabaja para mostrar que la violencia de género no es un asunto privado, sino un problema social que requiere compromiso colectivo. Cada denuncia puede salvar una vida.