LA PATAGONIA REGISTRÓ LA INFLACIÓN MÁS ALTA DEL PAÍS EN FEBRERO

La situación se agrava en un contexto de alta inflación acumulada y salarios que no logran seguir el ritmo de los incrementos de precios.

La inflación en la Patagonia alcanzó un 3,2% en febrero, según el último informe del INDEC. Este porcentaje superó el promedio nacional, que fue del 2,4%, evidenciando una disparidad regional en el impacto de la crisis económica. Los precios en la región mantienen una tendencia alcista desde hace varios meses, con un acumulado anual que ya supera el 66,9%, lo que pone en jaque la estabilidad económica de muchos hogares.

Los aumentos se concentraron en alimentos, transporte y servicios esenciales, sectores clave en el costo de vida. En particular, los rubros de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles mostraron un incremento del 3,7% en febrero, impulsado por las subas en alquileres y tarifas de servicios públicos. Este incremento afecta tanto a inquilinos como a propietarios que deben afrontar mayores costos para mantener sus viviendas.

OTRAS NOTICIAS

Por otro lado, la división de Alimentos y bebidas no alcohólicas registró un aumento del 3,2%, con una fuerte incidencia de los incrementos en carnes y sus derivados. El precio de los productos básicos sigue escalando, golpeando con mayor dureza a los sectores de menores ingresos. Alimentos y bebidas no alcohólicas fue la división con mayor incidencia en todas las regiones del país, lo que demuestra que el problema no es exclusivo de la Patagonia, aunque en esta región se agrava por los costos adicionales de transporte y logística.

En contraste, algunos rubros mostraron variaciones más leves. Equipamiento y mantenimiento del hogar subió apenas un 1,0%, mientras que Prendas de vestir y calzado tuvieron un aumento de solo el 0,4%. A pesar de estos valores más bajos, el impacto en el poder adquisitivo sigue siendo significativo, ya que los productos de primera necesidad son los que más aumentan.

El IPC núcleo lideró el incremento de precios con un 2,9%, reflejando que la inflación estructural sigue siendo un problema persistente. Los precios regulados, que incluyen tarifas de servicios y combustibles, aumentaron un 2,3%, mientras que los precios estacionales, que suelen fluctuar por cuestiones climáticas o de demanda, registraron una baja del 0,8% en febrero.

OTRAS NOTICIAS

La Patagonia sigue encabezando el ranking de inflación regional, una situación que preocupa a economistas y analistas del sector. Los aumentos en transporte y servicios afectan fuertemente el costo de vida, sumando presión sobre los presupuestos familiares. En muchas ciudades de la región, el acceso a productos y servicios es más costoso debido a la distancia con los principales centros de distribución y los costos logísticos asociados.

El encarecimiento de la canasta básica genera incertidumbre en los hogares, donde cada vez es más difícil cubrir las necesidades básicas. Los aumentos salariales, en muchos casos, no logran equiparar la suba de precios, lo que reduce el poder adquisitivo de los trabajadores. En este contexto, las negociaciones paritarias se vuelven un punto clave para intentar mitigar el impacto de la inflación.

El Gobierno monitorea la situación y evalúa posibles medidas para contener la escalada de precios, aunque los resultados de las políticas implementadas hasta el momento no han sido suficientes. Mientras tanto, los sectores más vulnerables son los más afectados por la suba de precios, lo que agrava la situación social en la región.