El espíritu del Eisteddfod en la madera: arte y memoria en el sillón bárdico

Chubut16/10/2025

SILLÓN BÁRDICO 2025

El Eisteddfod del Chubut vuelve a tener su sillón bárdico, obra del ebanista Felipe Fernández, quien desde hace más de una década dona el trono que simboliza el reconocimiento máximo a la poesía. La pieza fue presentada en la Asociación San David de Trelew, como parte de los atributos que acompañan la edición 2025 del histórico certamen cultural.

Fernández, nacido en Puerto San Julián y radicado en Trelew, explicó en diálogo con #MODO17 por #LA17 que su oficio es una herencia familiar. “Soy la cuarta generación de carpinteros y ebanistas, un oficio que heredé de mi padre y de mi abuelo, y que hoy sigo por vocación y por afecto a la cultura patagónica,” contó. Aunque actualmente se dedica al turismo y al comercio, cada año encuentra el tiempo para construir el sillón que corona el festival.

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El sillón bárdico es una pieza cargada de simbolismo, tallada artesanalmente en roble y adornada con guardas celtas, nudos y frases que identifican cada edición del Eisteddfod. Según Fernández, el proceso completo demanda cerca de una semana de trabajo intensivo, desde la selección de la madera hasta el diseño final. “Cada año trato de modificar el diseño y sumar detalles nuevos, sin perder la esencia de la tradición,” explicó.

El ebanista recordó que desde 2012 confecciona los sillones que distinguen al poeta del año, alternando entre versiones grandes y reducidas. “Cuando el certamen tiene carácter internacional, hacemos uno más pequeño para que pueda viajar a Gales sin dificultades,” comentó. De hecho, algunos de sus trabajos ya se encuentran en tierras galesas, como símbolo del vínculo histórico entre ambos pueblos.

Fernández remarcó que lo que lo inspira no es solo el arte, sino la identidad. “Lo que me mueve es mantener viva la cultura galesa en la Patagonia, ese orgullo de conservar la lengua y las tradiciones que los propios galeses admiran cuando vienen,” señaló. Recordó que en sus viajes al Reino Unido quedó impactado por la valoración que los locales tienen hacia el Eisteddfod chubutense.

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En la entrevista también habló sobre la diferencia entre carpintería y ebanistería. “La carpintería es más constructiva, la ebanistería es arte puro. Trabajamos los detalles, el tallado, la textura. Es otro lenguaje con la madera,” explicó. Contó además que cada año consulta y colabora con otros artesanos, como el también ebanista Andrés Cos, para preservar la calidad y el espíritu del trabajo.

“Este oficio también es una forma de conexión con mi familia,” expresó con emoción. Su hermano, ya fallecido, también fue un artista de la madera. En ese sentido, cada sillón que realiza es un homenaje personal, una manera de unir pasado y presente a través del arte.

El Eisteddfod, que este año se celebra del 13 al 19 de octubre en Trelew, tendrá una nueva edición colmada de competencias literarias, musicales y poéticas. Para Fernández, participar de esa historia desde su oficio es una forma de compromiso cultural. “No soy poeta ni cantante, pero mi contribución está en la madera. Es mi manera de ser parte,” concluyó.

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Con humildad y dedicación, Felipe resume el espíritu del Eisteddfod: arte, memoria y comunidad. Su sillón espera al poeta del año y representa la continuidad de una tradición que sigue viva gracias a manos que tallan, sienten y transmiten historia.