Polarización total entre el peronismo y La Libertad Avanza en una elección marcada por la tensión política

Las elecciones legislativas de 2025 transcurrieron bajo un clima de fuerte polarización. En las primeras horas del escrutinio, tanto el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) como el frente Fuerza Patria, que agrupa al peronismo, concentraban la mayor parte de los votos en casi todo el territorio nacional.

Según trascendió de fuentes partidarias, LLA y Fuerza Patria se repartían los principales distritos, dejando a Provincias Unidas muy por detrás en la competencia. El bloque de los gobernadores solo alcanzaba un triunfo preliminar en Jujuy, mientras en el resto de las provincias su presencia quedaba relegada frente a la disputa entre las dos fuerzas principales.

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Dentro del oficialismo libertario, los primeros reportes internos señalaban ventajas en Jujuy, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, mientras que Corrientes aparecía como un territorio de conteo cerrado. “La tendencia es pareja, pero consolidamos posiciones en el centro y el norte del país”, aseguraron voceros cercanos al Gobierno.

En paralelo, en el comando de campaña de Fuerza Patria, los referentes bonaerenses destacaban el peso del voto en la provincia de Buenos Aires, donde se registraba una importante concurrencia y un comportamiento favorable a las listas justicialistas. “La polarización se dio de manera completa, no hay espacio para una tercera fuerza fuerte”, resumió un dirigente de ese sector.

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Los reportes preliminares coincidían en un patrón general: dos grandes polos políticos acaparando la escena nacional y dejando a los partidos provinciales fuera de la competencia principal. En Córdoba y Chubut, por ejemplo, el conteo mostraba paridad entre el oficialismo libertario y el peronismo, lo que podría definir el reparto final de bancas.

El mapa político de la jornada reflejaba un país partido en dos bloques dominantes, cada uno con su bastión histórico y su electorado fiel. Mientras el Gobierno buscaba sostener su impulso económico y la narrativa de cambio, el peronismo apelaba a la recuperación territorial y al peso de su estructura en los distritos del interior.

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Con los resultados oficiales aún pendientes, la atención se concentraba en los centros de cómputos y en los búnkeres de las principales fuerzas. En ambos espacios predominaba la cautela, conscientes de que cualquier variación en los datos podría alterar el equilibrio. La noche electoral se encamina así a consolidar una nueva pulseada entre dos proyectos antagónicos que vuelven a definir el rumbo político argentino.

Fuente: NA.