Milei acelera las privatizaciones: venderá empresas que hoy generan ganancias

Actualidad31/10/2025Sergio BustosSergio Bustos
AySA
AySA en la mira privatizadora.

El presidente Javier Milei decidió relanzar su plan de privatizaciones tras el impulso electoral del último domingo. La Casa Rosada apunta a vender nueve empresas estatales antes de marzo de 2026, entre ellas AySA, Enarsa, Trenes Argentinos, Belgrano Cargas, Nucleoeléctrica y el Correo Argentino, con el objetivo de recaudar más de 600 millones de dólares y reducir el peso del Estado.

Sin embargo, la decisión generó polémica incluso dentro del propio oficialismo, ya que varias de las compañías en la mira presentaron balances positivos durante el primer semestre. Según datos del Ministerio de Economía, el conjunto de las 32 firmas públicas registró un superávit de 109.200 millones de pesos, cuando un año antes habían sufrido un déficit de más de 70.000 millones.

Entre las que mejoraron sus números figuran AySA, Nucleoeléctrica, la Administración General de Puertos y el Correo Argentino, que lograron equilibrar cuentas o incluso cerrar con ganancias. Aun así, serán parte del primer lote en salir a privatización. Desde Hacienda aseguran que “no se trata solo de números, sino de reducir la intervención del Estado en la economía”.


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La paradoja es evidente: el Gobierno busca desprenderse de empresas que generan utilidades, mientras sostiene que su meta es “achicar el gasto público”. Para economistas del sector público, vender compañías rentables podría significar perder ingresos futuros estables, además de transferir activos estratégicos a grupos privados en condiciones ventajosas.

En el caso de AySA, que brinda agua y cloacas a millones de usuarios en el AMBA, ya hay interés de grupos extranjeros y nacionales. Su antecedente privado en los años noventa, con la ex concesión de Aguas Argentinas, dejó un recuerdo polémico por los aumentos tarifarios y la falta de inversión. Aun así, Milei pretende reintroducir el modelo de gestión privada bajo control regulatorio estatal.

También figura en la lista Enarsa, que administra importaciones de gas y energía, y Trenes Argentinos, la compañía con más empleados públicos —unos 21 mil—. En este caso, el plan oficial prevé fragmentar sus servicios y concesionar las líneas de carga para atraer inversores vinculados a la minería y la exportación de granos.

Además, Nucleoeléctrica Argentina —que opera las centrales Atucha I y II y Embalse—, Intercargo, YCRT y Corredores Viales completan el grupo de empresas a privatizar. El Gobierno apuesta a obtener ingresos inmediatos por la venta y reducir subsidios, aunque varias de ellas ya no requieren aportes del Tesoro gracias a la mejora de su gestión.


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Fuentes oficiales admiten que la presión política de Estados Unidos y los organismos internacionales también influye en la estrategia. La Cámara de Comercio estadounidense en Argentina (AmCham) celebró la decisión y sostuvo que existen “oportunidades concretas para inversiones en energía, infraestructura y transporte”.

Mientras tanto, las provincias patagónicas siguen de cerca las licitaciones de represas hidroeléctricas del Comahue, que se abrirán este 7 de noviembre. Los contratos abarcan Alicurá, El Chocón, Piedra del Águila y Cerros Colorados, responsables del 15% de la energía nacional. Empresas norteamericanas, italianas y Pampa Energía, del empresario Marcelo Mindlin, ya expresaron interés.

Para el Gobierno, las privatizaciones representan una señal de confianza hacia los mercados. Pero para buena parte de la oposición y los sindicatos, implican la pérdida de control sobre sectores estratégicos y miles de empleos públicos. En medio de la tensión, Milei insiste en que “el Estado no debe ser empresario” y que el proceso seguirá adelante “sin mirar atrás”.

El debate recién empieza. Con un Congreso más favorable tras las elecciones, el Presidente buscará aprobar el paquete privatizador junto al Presupuesto 2026, consciente de que la venta de activos será una prueba de fuego para su programa económico y su relación con las provincias.

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