
Vaca Muerta acelera el ritmo gasífero: 60 pozos en 9 meses y mayor peso en el total nacional
Actualidad25/11/2025
Sergio Bustos
Vaca Muerta mantuvo un movimiento intenso durante los primeros nueve meses del año. Entre enero y septiembre se conectaron 60 pozos gasíferos, un volumen menor al de 2024 pero suficiente para sostener la operación y la oferta energética del país. La incorporación de nuevos pozos permitió acompañar la expansión del shale gas, que volvió a tomar protagonismo.


El informe de Economía & Energía indicó que el shale alcanzó una participación del 53% en la producción nacional, tres puntos más que el año anterior. Ese salto respondió al impulso del gas asociado y a la estabilidad de los desarrollos en áreas clave de la Cuenca Neuquina. La producción no convencional mostró firmeza, incluso en meses de alta demanda.
En septiembre, el país produjo 147 MMm3/d, un avance del 3,1% interanual. El promedio de los primeros nueve meses llegó a 146,5 MMm3/d, con el shale como motor central del crecimiento. La evolución tuvo contrastes según los bloques: Aguada Pichana Oeste y Sierra Chata marcaron las mayores caídas de actividad y limitaron la expansión del gas seco, que aun así creció 16,3% interanual.
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El gas asociado funcionó como contrapeso. En agosto, la producción de shale gas subió 9% respecto de 2024 gracias justamente a ese segmento. La combinación mantuvo estable la presencia del shale en el total nacional y reforzó la importancia del no convencional para cubrir la demanda.
Durante el invierno, la oferta de gas natural llegó a 175 MMm3/d, un avance del 2,7% frente al mismo período del año anterior. El aumento de la producción local —unos 8 MMm3/d adicionales— compensó el derrumbe de las importaciones desde Bolivia, que se mantuvieron en niveles mínimos. En julio se registró un hito histórico con 161 MMm3/d.
La Cuenca Neuquina reafirmó su papel como columna vertebral del sistema. En septiembre llegó a 100 MMm3/d, mientras que el promedio de enero-septiembre alcanzó 106 MMm3/d, un incremento del 3,7% interanual. El shale explicó el 74% de ese volumen, cinco puntos más que en 2024 y 36 puntos por encima de 2019, impulsado por el avance del gas seco y el aporte creciente del gas vinculado al crudo.
El invierno también dejó cifras fuertes: la cuenca tocó un máximo de 118 MMm3/d, con un crecimiento del 5% en gas seco y del 32% en gas asociado, mientras que el convencional retrocedió 10%. La fotografía confirma que la matriz gasífera argentina depende cada vez más del no convencional.















