Inauguración del Centro de Informes Turísticos
El escenario turístico de Sierra Grande atraviesa una etapa de mayor visibilidad regional, con Playas Doradas como principal referencia y una estrategia que apunta a integrarse al circuito costero patagónico. Más allá de obras puntuales, el debate se centra en cómo acompañar un movimiento que crece y empieza a modificar la dinámica social y económica de la localidad.
En diálogo con el programa El Quinto Poder por #LA17, el secretario de Cultura, Turismo y Deporte, Cristian Calfuguir, describió este proceso como el resultado de varios años de trabajo sostenido. “Playas Doradas hace ya algunos años que viene resonando dentro del concierto de destinos turísticos, no solo de la provincia sino a nivel nacional”, explicó durante la entrevista.
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El funcionario remarcó que el posicionamiento no responde a una acción aislada, sino a una política de promoción constante que busca sostener el interés más allá de la temporada estival. “Nosotros hacemos un trabajo de promoción turística durante todo el año para fortalecer y posicionar el destino”, señaló, al tiempo que aclaró que el objetivo es avanzar hacia una mayor estabilidad en la actividad.
La ubicación geográfica de Sierra Grande aparece como un elemento central en esa estrategia. Rodeada por destinos consolidados como Las Grutas y Puerto Madryn, la ciudad apuesta a una lógica de articulación regional. “No hablamos de competencia, sino de complementarnos perfectamente”, afirmó Calfuguir, retomando una idea que ya circula entre referentes turísticos de la zona.
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Esa mirada quedó reflejada también en el lanzamiento del corredor costero junto a Viedma y San Antonio, una iniciativa presentada en Buenos Aires con el objetivo de integrar propuestas y ampliar la oferta. Según explicó el secretario, el turista actual se mueve con mayor flexibilidad y valora la posibilidad de combinar experiencias distintas en un mismo viaje.
En ese contexto, Playas Doradas se presenta como una alternativa con identidad propia, distinta a los grandes centros urbanos. “Somos conscientes de que el turista es dinámico y puede complementar su estadía entre distintos destinos”, sostuvo Calfuguir, al describir el perfil de quienes eligen conocer la zona.
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El crecimiento del movimiento turístico también plantea nuevos desafíos para el Estado local. El funcionario reconoció que el cambio de ritmo exige anticipación y capacidad de respuesta. “Hay que estar preparados para crecer, porque la dinámica social no espera”, advirtió, al señalar que algunas transformaciones llegan más rápido que los recursos disponibles.
En ese sentido, Calfuguir fue claro al señalar que el proceso no está exento de tensiones. “Siempre los recursos son finitos y las necesidades son muchas”, afirmó, y explicó que muchas veces la gestión debe adaptarse a una demanda social que se acelera cuando la comunidad percibe avances concretos.
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Aun así, el secretario destacó el clima que se vive actualmente en Sierra Grande, luego de años de postergación. “Hoy se vive un clima de satisfacción, más allá de las insuficiencias que puedan existir”, expresó, al valorar el momento que atraviesa la ciudad y su balneario.
Finalmente, Calfuguir subrayó la histórica relación con Puerto Madryn y el intercambio permanente entre ambas comunidades. “Siempre estuvimos hermanados Puerto Madryn, Sierra Grande y Playas Doradas”, dijo, marcando que ese vínculo cotidiano también forma parte del entramado turístico regional que hoy busca consolidarse con una mirada de mediano y largo plazo.
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