Paralizaron la obra del Sindicato de Luz y Fuerza en la playa El Golfito por irregularidades

La Secretaría de Obras Públicas de Puerto Madryn intervino de manera directa en el predio del Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, ubicado en la zona sur, detrás del Ecocentro. La medida de paralización responde a la detección de nuevas superficies en construcción dentro del complejo «21 de Enero» que no cuentan con ningún tipo de autorización oficial. Según el informe técnico del Ejecutivo local, las edificaciones se estaban llevando adelante sin haber realizado siquiera la presentación de los planos correspondientes ante la Dirección de Obras Particulares.

La inspección que derivó en el freno de las tareas se produjo el pasado 7 de noviembre de 2025, luego de que tomaran estado público las maniobras en el sector de Playa El Golfito. El Municipio confirmó que la obra se encuentra legalmente detenida mediante las actas de constatación N° 00010201 y N° 00010216. Al no existir documentación técnica visada ni expedientes iniciados, la administración local aclaró que no es posible evaluar la seguridad ni la viabilidad de la estructura que el gremio pretendía levantar en la costa.

Un punto que agrava la situación administrativa del proyecto es el incumplimiento de las normativas de zonificación vigentes para esa franja costera. El complejo está emplazado en un Distrito VDR (Verde Deportivo Recreativo), una categoría que impone restricciones severas para proteger el entorno natural. El Código de Planeamiento Urbano exige, entre otros requisitos, un retiro de 5 metros respecto al frente y al eje medianero. Sin embargo, las nuevas paredes de dos plantas se observan pegadas al límite con la playa, ignorando los indicadores urbanísticos obligatorios.

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Además de las faltas estructurales, el sindicato tampoco inició las gestiones necesarias para asegurar la infraestructura básica de la ampliación. El informe oficial detalla que no existe ninguna solicitud sobre la factibilidad de servicios esenciales como agua potable, energía eléctrica, gas natural o conexión a la red de cloacas. Esta omisión técnica representa un riesgo para el funcionamiento del sector, ya que cualquier incremento en la capacidad de alojamiento o servicios requiere una validación previa de las prestatarias para evitar el colapso de las redes existentes.

Respecto a la situación legal del predio, se supo que el complejo posee una habilitación comercial que vence en el año 2028, pero con alcances muy específicos. El permiso actual está limitado exclusivamente a las categorías de «Complejo de Alojamiento Turístico y Oficina Administrativa», otorgado tras una inspección realizada en abril de 2024. Las nuevas obras, que incluirían una piscina y un restaurante, no están contempladas en dicha habilitación y requerirían un cambio de rubro que el sindicato aún no ha tramitado formalmente.

La respuesta de la Municipalidad surgió tras un pedido de informes impulsado por el bloque de concejales de Juntos por el Cambio. Los ediles buscaron clarificar si el avance de las máquinas sobre un área tan sensible como el sur de la ciudad contaba con los avales pertinentes. La confirmación del Ejecutivo fue tajante al señalar que no hay copias de planos para remitir, sencillamente porque estas construcciones operan por fuera del marco administrativo municipal, careciendo de cualquier tipo de permiso de obra.

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Actualmente, el proyecto se encuentra en una etapa de espera administrativa, supeditado a que el sindicato de Luz y Fuerza presente la totalidad de la documentación requerida. Los equipos técnicos de la Secretaría de Obras Públicas deberán evaluar si los metros cuadrados ya construidos pueden ser regularizados o si, debido al incumplimiento de los retiros obligatorios y la zonificación VDR, la estructura deberá ser modificada. La protección del perfil costero en Playa El Golfito es una prioridad que las autoridades locales aseguran que no negociarán frente a emprendimientos privados o gremiales.

El impacto visual de las dos plantas elevadas a escasos metros de la costa generó críticas entre los usuarios habituales de la playa, quienes denunciaron la pérdida de espacio público y el avance sobre la línea de edificación. Esta zona, cercana al Ecocentro, es considerada de alto valor paisajístico y ambiental, lo que obliga a cualquier desarrollo a ajustarse rigurosamente a los parámetros del Código de Planeamiento Urbano. El incumplimiento de estas normas suele derivar en multas onerosas y la obligación de demoler lo construido fuera de regla.

Por el momento, la actividad en el predio del gremio regional permanece nula mientras los responsables legales intentan ordenar el expediente. La transparencia en el otorgamiento de permisos para construir en la costa de Puerto Madryn es un tema recurrente en la agenda política local, especialmente cuando las obras pertenecen a instituciones de peso político o económico. La firmeza del municipio en este caso marca un antecedente sobre el control de las construcciones que pretenden ignorar los pasos obligatorios de la gestión urbana.