Argentina, un país con una historia rica y diversa, ha mantenido una estrecha relación con la inmigración a lo largo de los años. El Día del Inmigrante, celebrado el 4 de septiembre de cada año, conmemora un evento crucial en la historia del país. En 1812, el Primer Triunvirato firmó un decreto que marcó el inicio oficial de la inmigración en Argentina. Este decreto declaró que el gobierno brindaría su protección a individuos de todas las naciones y sus familias que desearan establecerse en el territorio argentino.

La relación entre Argentina y la inmigración ha evolucionado a lo largo de los años. En 1949, el gobierno argentino estableció oficialmente el Día del Inmigrante a través del decreto Nº 21.430 durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Esta celebración tiene como objetivo honrar las tradiciones y contribuciones de las diversas comunidades que han encontrado un hogar en Argentina.

En la actualidad, la inmigración sigue siendo una parte vital de la identidad argentina. Según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022 de las Naciones Unidas, aproximadamente 2,28 millones de personas residen en Argentina como migrantes internacionales.

Los países de origen de estos migrantes son diversos y abarcan América del Sur y otras partes del mundo. Los cinco principales países de origen de los inmigrantes en Argentina son Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y Venezuela. Sin embargo, la diversidad continúa, con migrantes provenientes de países tan lejanos como Italia, España, Brasil, China y muchos otros lugares.

En primer lugar se encuentra Paraguay, con 685.714 inmigrantes. Luego le siguen Bolivia (423.136), Chile (215.198), Perú (197.226) y Venezuela (176.369).

La lista continúa con Italia (153.824), Uruguay (134.043), España (99.006), Brasil (49.267) y China (14.537). En orden descendente, y con menos de 10.000 inmigrantes cada uno, se encuentran países como Alemania, Colombia, Francia, Corea del Sur, Polonia, Estados Unidos, Portugal, Japón y Ucrania.