La presencia de la influenza aviar en una colonia de lobos marinos en las playas de Viedma, específicamente en la Reserva Punta Bermeja, ha encendido las alarmas en la comunidad. Aunque, por el momento, el virus no afecta a las aves silvestres, según las pruebas realizadas y con resultados negativos, la mortalidad entre los mamíferos marinos sigue en aumento.

En cuanto a la fauna marina y su impacto, el guarda ambiental y coordinador de la Reserva de Punta Bermeja, Pablo Ulrich, ha proporcionado más detalles sobre la situación. Ulrich afirmó: "La situación de la colonia de lobos marinos es bastante grave, se calcula que unos 200 ejemplares aquí mismo en la colonia han muerto, y todos los días se presentan nuevos síntomas".

A medida que se observa cómo las aves se alimentan de los restos de los lobos marinos muertos, también se ha notado que los tiburones aprovechan los cuerpos arrastrados por la corriente y llegan al mar. Sin embargo, hasta el momento, no se ha registrado la aparición de petreles muertos. Las muestras tomadas por el SENASA han dado negativo, lo que sugiere que las aves no están siendo afectadas por el virus.

El gran dilema que preocupa a los especialistas es la posibilidad de que este virus pueda afectar a los humanos. La influenza aviar se caracteriza por su capacidad para mutar, lo que plantea la preocupación de que pueda saltar a la población humana. 

Una pregunta común entre los amantes de la pesca es si es seguro desarrollar esta actividad y consumir los peces capturados. Pablo Ulrich aclaró que el virus no se transmite a los peces y, hasta el momento, no se ha registrado ningún caso relacionado. Sin embargo, se enfatiza la recomendación de no acercarse a la playa, ya que no se sabe si podría surgir una mutación.