HABRÁ AUMENTO EN JUBILACIONES Y ASIGNACIONES

A partir de septiembre, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) implementará un aumento del 4% en jubilaciones, pensiones y asignaciones, en consonancia con la inflación de julio reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Este reajuste llevará el haber jubilatorio mínimo de $225.454,42 a $234.540, mientras que el máximo pasará de $1.517.094,80 a $1.578.234.

LA INFLACIÓN DE JULIO ALCANZA EL 4% SEGÚN EL INDEC

Sin embargo, el incremento sigue sin compensar totalmente el aumento sostenido de precios, lo que se traduce en una pérdida de poder adquisitivo para los beneficiarios.

El impacto del aumento es más significativo para quienes perciben la jubilación mínima si se confirma la continuidad del bono de $70.000, como ocurrió en meses anteriores.

De ser así, el haber mínimo llegaría a $304.540. Este bono es crucial para mitigar los efectos de la inflación en los sectores más vulnerables, pero su falta de actualización desde marzo ha generado un desfasaje respecto al ritmo inflacionario.

Mientras tanto, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), otra de las prestaciones no contributivas que ofrece ANSES, se ubicará en $187.632.

Con el bono, este monto podría ascender a $257.632, aunque, nuevamente, este aumento queda rezagado frente a la inflación acumulada hasta julio, que se ubica en un 87%.

La aplicación de la fórmula de movilidad de ANSES también se extiende a las asignaciones como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo para Protección Social (AUE), que subirán a $84.250,40 en septiembre.

Las asignaciones familiares para trabajadores formales y monotributistas también experimentarán ajustes, con montos que variarán según los ingresos del hogar.

Además, se actualizarán las remuneraciones mínimas y máximas utilizadas para calcular los aportes jubilatorios, la obra social y los aportes al PAMI, que representan el 17% del salario bruto. Este ajuste impacta directamente en la carga fiscal tanto de trabajadores como de empleadores.

Si bien el incremento acumulado del 89,5% en los ingresos mínimos, considerando el bono, es superior a la inflación acumulada del 87% hasta julio, el retraso en la actualización del bono podría erosionar el poder adquisitivo de los beneficiarios en los meses siguientes.

Para aquellos que no perciben bonos, el incremento acumulado podría alcanzar hasta un 121,8%, destacando la disparidad en el impacto de la movilidad según el nivel de ingresos.