HALLAN HUELLAS DE PTEROSAURIOS EN NEUQUÉN

Científicos descubrieron huellas de pterosaurios en Aguada de Tuco, Neuquén. Las pisadas de estos reptiles voladores tienen más de 100 millones de años.

ActualidadEl juevesREDACCIÓNREDACCIÓN
Huellas
Huellas de pterosaurios de 100 millones de años descubiertas en Neuquén.

El hallazgo se realizó en la Formación Candeleros, una zona rocosa del Cretácico Superior en la Cuenca Neuquina. Este descubrimiento aporta valiosa información sobre la vida de los pterosaurios.

Los pterosaurios no eran dinosaurios, pero compartieron hábitats similares en aquella época. Fueron un grupo diverso y extenso, con más de 150 especies registradas en todo el mundo. El paleontólogo Arturo Heredia, del Conicet, afirmó que había pterosaurios de todos los tamaños. Algunos eran pequeños como un cuervo, mientras que otros alcanzaban los 12 metros de envergadura.

Según el experto, estos reptiles voladores habitaban en diversos ecosistemas, tanto en el continente como en costas marinas. Sus dietas eran variadas, adaptándose a diferentes recursos.

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El estudio de las huellas permite conocer su forma de desplazarse en tierra. Heredia explicó que los pterosaurios eran cuadrúpedos al caminar. Las manos y alas de estos animales eran muy distintas de otros vertebrados voladores.

Huellas

Las huellas descubiertas revelan la estructura de las manos de los pterosaurios, que poseían cuatro dedos, uno de ellos muy largo para sostener la membrana alar. Pablo Pazos, primer descubridor de las huellas fósiles en Aguada de Tuco, inició las investigaciones en este sitio. El lugar resultó ser clave en el estudio de icnología o huellas fósiles.

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En una expedición posterior, Heredia junto a Ignacio Díaz Martínez y Silvina de Valais, reconocieron las huellas de pterosaurios. El sitio preserva huellas de diferentes tamaños, indicando una variedad de edades.

Las pisadas incluyen impresiones de manos y pies. Las de manos muestran tres dedos, mientras que las de pies tienen una forma triangular o rectangular.Tras compararlas con otras huellas de pterosaurios del mundo, se concluyó que estas huellas podrían ser únicas en su tipo. También se observan surcos dejados por las garras de los pterosaurios.

Este detalle de los surcos en las huellas es poco común en el registro fósil, lo que lo convierte en un hallazgo excepcional. Este descubrimiento enriquece el conocimiento sobre la vida prehistórica en la región de Neuquén.

   

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