


El presidente Javier Milei quedó en el centro de la polémica tras promocionar en su cuenta de X la criptomoneda $LIBRA, un activo digital que, en cuestión de minutos, multiplicó su valor de forma extraordinaria antes de desplomarse, dejando pérdidas millonarias. Mientras el Gobierno guarda silencio, analistas advierten que la maniobra se asemeja a una estafa financiera.
El episodio ocurrió el viernes por la noche, cuando Milei publicó un mensaje en redes sociales en el que presentaba $LIBRA como parte de un “proyecto privado para incentivar la economía argentina”. Su tuit impulsó una suba inmediata del valor del token, que pasó de 0,3 centavos de dólar a un pico de 5,54 dólares, antes de caer drásticamente hasta los 0,18 centavos en menos de 24 horas.
La reacción de los mercados no se hizo esperar. Un informe de la firma estadounidense Kobbeissi Letter reveló que, durante las primeras horas de cotización, los inversores iniciales retiraron más de 87 millones de dólares. La investigación también detalló que una sola billetera digital concentraba la mitad de los tokens, mientras que otro 25% estaba en manos de un reducido grupo de operadores.
La falta de transparencia y la velocidad de los movimientos generaron sospechas de un esquema conocido como "Rug Pull", una maniobra fraudulenta que consiste en inflar artificialmente el valor de un activo antes de venderlo de golpe y dejar a los pequeños inversores con pérdidas.
El proyecto detrás de $LIBRA, denominado "Viva la Libertad", fue lanzado por la empresa KIP Network Inc., cuyo CEO, Julian Peh, se reunió con Milei en octubre durante un evento en Buenos Aires. Pocas horas antes del anuncio presidencial, KIP registró un dominio web para el token, lo que refuerza las dudas sobre la organización detrás del esquema.
Las explicaciones oficiales llegaron tarde y con poca claridad. Mientras seguidores libertarios sugerían que la cuenta de Milei había sido hackeada, la diputada Lilia Lemoine descartó esa versión. Finalmente, a las 00:38 del sábado, el propio presidente eliminó su publicación y argumentó que no conocía los detalles del proyecto antes de promocionarlo.
La situación recuerda un antecedente polémico de Milei: en 2022, cuando era diputado, impulsó la criptomoneda CoinX, que terminó en denuncias por estafa. En esa ocasión, el libertario se excusó alegando que solo había sido una publicidad y que dejó de recomendarla al notar irregularidades.
Ahora, con $LIBRA en caída libre y miles de usuarios denunciando pérdidas en redes sociales, algunos estudios jurídicos en Estados Unidos analizan posibles demandas colectivas. Mientras tanto, el episodio deja abierta la pregunta de quiénes fueron realmente los beneficiarios de la jugada y hasta qué punto el Gobierno estuvo involucrado en la operación.





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