

ROBLEDO PUCH PIDE QUE LO MATEN: "ESTOY SUFRIENDO CONDENADAMENTE"
El asesino conocido como "El Ángel de la Muerte" aseguró que no espera salir en libertad y que solo desea morir. Lleva más de 50 años en prisión y su salud se deteriora.
Policiales05/03/2025

Carlos Eduardo Robledo Puch, el criminal más famoso de la historia argentina, expresó su deseo de morir en una entrevista televisiva. A sus 73 años y con múltiples problemas de salud, afirmó que "lo único que ansío es que me maten". Su condena a prisión perpetua, dictada en 1980, lo mantiene tras las rejas desde hace más de cinco décadas.
En diálogo con América TV, describió su sufrimiento físico y aseguró que su vida en la cárcel se convirtió en un calvario. “Tengo cuatro hernias, la próstata destrozada, cataratas, artrosis, asma, pérdida de masa muscular y dolores insoportables en la columna, la cadera y la cintura”, detalló. Su estado de salud se deterioró con los años, pero su condena no tiene posibilidad de revisión.
El asesino de 11 personas explicó que no le queda otra salida y que su único pedido es que le den muerte de manera indolora. “Solo quiero que me metan en una clínica, me pongan una vía con suero y después me inoculen el veneno”, sostuvo con frialdad. Su declaración reaviva el debate sobre la pena de muerte en Argentina, abolida en 1984.
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Robledo Puch está detenido en la Unidad Penitenciaria N.º 26 de Olmos, donde pasó la mayor parte de su condena. Desde que fue sentenciado a prisión perpetua, intentó sin éxito obtener la libertad condicional en varias oportunidades. Sin embargo, su historial delictivo y la brutalidad de sus crímenes impiden cualquier posibilidad de revisión de su pena.
Durante la entrevista, reconoció que jamás podrá salir de prisión y que ya no espera otra cosa que la muerte. “No me van a dejar salir jamás en libertad. Fui claro. Jamás. Jamás me dejarán ir a ningún lado”, sentenció con resignación. El peso de su pasado criminal lo condena no solo a la cárcel, sino también al olvido y el aislamiento.
Entre 1971 y 1972, Robledo Puch asesinó a sangre fría a 11 personas, incluidos nueve hombres y dos mujeres. La mayoría de sus víctimas fueron ejecutadas por la espalda o mientras dormían, lo que le valió el apodo de "El Ángel de la Muerte". Su prontuario también incluye una violación, dos raptos y 17 robos, convirtiéndolo en uno de los criminales más temidos de la historia argentina.
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Su frialdad al momento de matar y la violencia de sus crímenes marcaron un precedente en la criminología nacional. A pesar del paso del tiempo, su figura sigue generando repudio y fascinación en la sociedad argentina. Varios libros, documentales y hasta una película abordaron su historia, pero él sigue siendo un misterio sin resolver.
El caso de Robledo Puch es único en el país, ya que es el preso que más tiempo permaneció encarcelado sin obtener beneficios. Nunca mostró arrepentimiento por sus crímenes, lo que contribuyó a que la Justicia niegue cualquier intento de libertad condicional. Su condena de prisión perpetua lo seguirá acompañando hasta su último día.
Con su salud deteriorada y sin esperanzas de salir de prisión, su único pedido es una muerte asistida, algo que la legislación argentina no contempla. En el país, la eutanasia no está permitida y el único marco legal vigente en ese sentido es la Ley de Muerte Digna, aplicable solo a pacientes terminales con consentimiento previo. Su destino, entonces, parece sellado: morir en la cárcel.
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El caso de "El Ángel de la Muerte" sigue siendo uno de los episodios más oscuros de la historia criminal argentina. Su nombre es sinónimo de terror y, a pesar de los años transcurridos, su figura sigue despertando interés y polémica. La cárcel se convirtió en su tumba, pero su historia sigue viva en la memoria colectiva.



