


La oficina ya no esquiva las emociones. En varios países de Asia, empresas comenzaron a otorgar licencias por ruptura amorosa. La idea crece como parte de una nueva mirada sobre la salud mental y su impacto en el trabajo.
Japón marcó el camino. La empresa Hime & Company adoptó esta política desde el año 2008. Los días libres dependen de la edad de cada empleado.
India siguió el ejemplo con una startup tecnológica que ofrece hasta tres días de licencia por separación. El argumento es simple: un corazón roto puede afectar tanto como una gripe fuerte.
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En Filipinas, algunas compañías también incorporaron esta posibilidad. El eje gira en torno al bienestar integral de las personas. El dolor emocional influye en la concentración, el ánimo y la productividad.
Especialistas afirman que los entornos laborales deben considerar estas realidades. El sufrimiento amoroso no desaparece al marcar tarjeta. La angustia y la tristeza pueden bloquear decisiones, frenar proyectos o generar desconexión.
La tendencia no se extendió aún a todas las organizaciones. Por ahora, las empresas que la impulsan pertenecen al mundo de la innovación y el desarrollo tecnológico.
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El debate ya está abierto. ¿Puede una empresa contemplar el duelo emocional de un vínculo? ¿Debe ofrecer un espacio para transitarlo sin presión?
La salud mental gana espacio en la agenda laboral. Desde Asia, una nueva forma de cuidar a quienes sostienen las organizaciones empieza a tomar forma.
Fuente: LG







