Argentina debería tener dos husos horarios, pero usa uno solo

Actualidad02/07/2025Sergio BustosSergio Bustos
huso horario
Husos horarios.

Argentina ocupa una vasta porción del Cono Sur. Su extensión de norte a sur es bien conocida, pero también se destaca por su amplitud de este a oeste: más de 20 grados de longitud, desde el meridiano 53° oeste en el este hasta el 73° oeste en el extremo occidental. Esa distancia equivale, en términos astronómicos, a más de un huso horario.

Cada huso horario cubre 15° de longitud. Por eso, un país que abarca 20° debería tener al menos dos husos: uno principal y parte de otro. El cálculo es simple: 20 dividido por 15 da 1,33. Y sin embargo, desde hace décadas, Argentina utiliza un solo horario oficial para todo el país.

Actualmente, el país funciona bajo el huso horario UTC−3, es decir, tres horas menos que el Tiempo Universal Coordinado (UTC), que toma como referencia al meridiano de Greenwich. Este horario corresponde al meridiano 45° oeste, que en realidad pasa por el océano Atlántico, bastante al este del territorio nacional.


OTRAS NOTICIAS

MercosurEl Mercosur inicia su cumbre con tensiones comerciales y política regional

¿Cuántos meridianos cruzan la Argentina? Son 18 líneas imaginarias completas. Si bien hay más líneas parciales dentro de la franja territorial, los meridianos enteros que atraviesan el país marcan la extensión longitudinal efectiva. Esta situación genera diferencias horarias solares evidentes: en algunas provincias, el sol puede salir hasta una hora más tarde que en otras.

Por ejemplo, en ciudades del oeste como Mendoza, San Juan, Catamarca o Salta, el amanecer ocurre más tarde que en Buenos Aires o Misiones. Y lo mismo ocurre con el atardecer: anochece después, en línea con el desplazamiento hacia el oeste. Sin embargo, todos los relojes marcan la misma hora oficial, lo que genera una especie de “desfase solar” que ya está naturalizado por la población.

¿Por qué ocurre esto? Porque los husos horarios no se fijan solo por razones astronómicas, sino también por decisiones políticas, económicas y sociales. En teoría, cada 15° de longitud corresponde a una hora distinta. Pero en la práctica, cada país puede adoptar el huso horario que mejor le convenga, e incluso modificarlo según la época del año.


OTRAS NOTICIAS

senadoSenadores con aumentos, diputados sin ajuste y una brecha salarial que indigna al Congreso

En Argentina, esa potestad está regulada por ley. El huso actual se estableció mediante la Ley 26.350, sancionada en 2007. Allí se fijó el uso de UTC−3 como horario oficial, y se habilitó la posibilidad de aplicar el horario de verano (UTC−2). Sin embargo, desde 2009 esa opción quedó sin efecto, y el país dejó de cambiar de hora estacionalmente.

De este modo, Argentina se mantuvo con un solo huso durante todo el año, lo que simplifica la organización institucional, pero no refleja con precisión su realidad geográfica. Otros países con extensiones similares o incluso menores, como Brasil o Estados Unidos, adoptan múltiples husos internos para reflejar mejor la hora solar local. En cambio, naciones como China o India, usan un solo huso para todo su territorio, por razones centralizadas de gestión.

Esta elección tiene consecuencias concretas. En el noroeste argentino, el día comienza más tarde en comparación con el este. Eso impacta en horarios escolares, jornadas laborales y hasta en el consumo energético, ya que se requiere iluminación artificial por más tiempo en la mañana. A la inversa, por la tarde hay luz solar hasta más tarde, lo cual se ve como un beneficio en muchas actividades.

En definitiva, Argentina debería tener dos husos horarios, pero opta por uno solo. El criterio no responde a la astronomía, sino a decisiones de Estado. Y aunque la lógica geográfica indique otra cosa, el reloj oficial sigue marcando la misma hora en Puerto Iguazú y en El Calafate, en La Quiaca y en Ushuaia.

Te puede interesar

Suscribite al newsletter de #LA17