Reconfiguran el mercado eléctrico y habilitan capital privado en Nucleoeléctrica

Actualidad07/07/2025REDACCIÓNREDACCIÓN
Atucha I
Nucleoeléctrica Argentina

El Gobierno nacional avanzó con una reestructuración profunda del mercado eléctrico mediante el Decreto 450/2025, que modifica los marcos legales vigentes y abre la puerta a la participación privada en Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA). La norma fue publicada este lunes en el Boletín Oficial y se inscribe dentro de las facultades delegadas al Poder Ejecutivo por la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos. El texto legal introduce cambios en las leyes 15.336 y 24.065, con la intención declarada de modernizar las reglas del sector, atraer inversión privada, promover competencia directa entre actores, y establecer un esquema tarifario más alineado con criterios de mercado. La apuesta es reorganizar un sector históricamente marcado por la regulación estatal, la concentración operativa y la dependencia de subsidios generalizados.

Una de las transformaciones más relevantes es la habilitación para que capitales privados participen en la estructura accionaria de NASA, la empresa estatal que opera las centrales nucleares argentinas. Hasta ahora, la generación nuclear se mantuvo como una actividad bajo control exclusivo del Estado, pero el nuevo marco permite incorporar socios privados con capacidad de inversión y experiencia técnica, lo que podría abrir una etapa inédita para el financiamiento de proyectos como Atucha III o nuevas iniciativas en el sector. Esta apertura busca combinar la planificación pública con la eficiencia del capital privado, sin alterar la titularidad estatal sobre los activos estratégicos, pero sí permitiendo alianzas y consorcios que dinamicen la ejecución de obras y el mantenimiento de instalaciones complejas y de alto costo operativo.


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El decreto también plantea un rediseño del sistema de comercialización eléctrica, permitiendo que los usuarios finales puedan elegir proveedor, accediendo a un mercado más abierto y competitivo. Esta posibilidad, que en la práctica funcionaba de manera parcial y restringida al segmento industrial o grandes usuarios, se extiende ahora como derecho para todos los actores del sistema. Se establece la contratación a término como mecanismo central de intercambio, bajo un esquema en el que los precios reflejen condiciones reales de oferta y demanda, y no dependan de subsidios cruzados o decisiones administrativas. Además, se incorporan nuevos actores como los almacenistas —quienes gestionan acumulación de energía— y los usuarios generadores —quienes producen parte de su consumo—, reconociendo de forma legal la existencia de modalidades de autoabastecimiento y gestión distribuida de energía, que hasta ahora carecían de un encuadre normativo específico.

En términos de infraestructura, la norma también habilita la construcción de obras de transporte eléctrico mediante iniciativa privada, siempre bajo un esquema de acceso abierto y no discriminatorio. Esto significa que cualquier agente autorizado podrá proponer, financiar y operar nuevas líneas de alta tensión, garantizando su uso a terceros sin barreras. Esta desregulación del transporte busca acelerar la expansión de la red en regiones que hoy se encuentran saturadas o subatendidas, especialmente para viabilizar proyectos de energías renovables o emprendimientos industriales alejados de los nodos de distribución tradicionales. La medida complementa la intención oficial de desconcentrar el mercado de hidrocarburos aplicados a generación, abriendo espacios para nuevos operadores que no dependan de los grandes conglomerados actuales.


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En paralelo a estas reformas, el decreto establece la creación de un nuevo organismo regulador unificado que absorberá las funciones que hoy cumplen ENRE y ENARGAS. Esta entidad tendrá competencia tanto sobre el sistema eléctrico como sobre el sistema gasífero, con facultades técnicas y jurídicas para garantizar el cumplimiento de las condiciones de mercado y la calidad del servicio. Durante un período de transición de hasta 24 meses, ambos entes actuales seguirán en funciones, pero deberán coordinar su accionar bajo lineamientos definidos por el nuevo marco normativo. La concentración regulatoria en un solo organismo responde a la lógica de simplificar estructuras, evitar superposiciones y dar mayor previsibilidad a los agentes que operan bajo regímenes cruzados de energía eléctrica y gas natural.

El decreto también amplía las atribuciones del Ministerio de Economía en relación al diseño tarifario y contractual del sector, con lineamientos destinados a garantizar eficiencia, transparencia y seguridad jurídica. Se plantea un esquema tarifario que reconozca los costos reales del servicio y promueva señales de precio consistentes con el funcionamiento del mercado, sin distorsiones que generen desequilibrios financieros o incentivos regresivos. En esa línea, el nuevo marco promueve contratos estables y reglas claras para la participación de nuevos oferentes, con foco en mejorar la calidad del servicio y evitar la cartelización de los actores principales. Además, se fija como meta la desconcentración de segmentos críticos, especialmente en lo referido al gas para generación eléctrica, una zona históricamente dominada por pocos jugadores que articulan producción, transporte y comercialización.


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La firma del decreto estuvo a cargo del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, quienes lo consideran una pieza fundamental del rediseño estructural del sistema energético argentino. Según fuentes oficiales, esta reforma busca alinear la política energética con los principios generales del programa económico actual: menor presencia estatal, mayor apertura a capital privado, precios libres y un esquema regulatorio reducido pero eficaz. La mirada del Ejecutivo es que la reconfiguración del mercado eléctrico no solo contribuirá al equilibrio fiscal, sino también a facilitar inversiones que el Estado no puede afrontar en soledad, y que son necesarias para sostener el abastecimiento y ampliar la capacidad de generación ante el crecimiento de la demanda.

Fuente: NA.

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