
Una megaobra china alteró la rotación de la Tierra, según confirmó la NASA
Actualidad09/07/2025

Una represa colosal, miles de millones de litros de agua y un efecto insólito: la Tierra gira más lento. Así lo confirmó la NASA, que acaba de publicar un estudio sobre la gigantesca presa de Las Tres Gargantas, ubicada en el centro de China. El informe indica que el peso del embalse modificó la rotación del planeta y desplazó su eje unos dos centímetros.

La presa almacena 42.000 millones de toneladas de agua. Ese volumen, contenido a 175 metros sobre el nivel del mar, reconfigura la distribución de masa sobre la superficie terrestre. El geofísico Benjamin Fong Chao, del Centro de Vuelo Espacial Goddard, explicó que el fenómeno adelantó los días en 0,06 microsegundos.
El impacto es imperceptible para la vida diaria, pero significativo desde el punto de vista geofísico. “Este descubrimiento subraya la influencia de las actividades humanas en los procesos naturales del planeta”, afirmó Fong Chao, una de las voces más respetadas en estudios sobre dinámica terrestre.
La presa de Las Tres Gargantas no es una obra menor. Tiene más de 2 kilómetros de largo, 182 metros de alto y necesitó 510.000 toneladas de acero para levantarse. Con 34 generadores, produce más electricidad que cualquier otra central hidroeléctrica del mundo.
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Genera once veces más energía que la represa Hoover de Estados Unidos. Además de abastecer gran parte del territorio chino, controla las inundaciones del río Yangtsé durante la temporada de lluvias y protege ciudades como Wuhan, Nanjing y Shanghái.
Las sospechas sobre su efecto en la rotación terrestre comenzaron en 2005. Fue después de un estudio de la NASA sobre el terremoto y tsunami del océano Índico de 2004. Esa investigación analizó cómo los desplazamientos masivos de agua y tierra pueden modificar sutilmente el equilibrio del planeta.
La represa fue soñada hace más de un siglo. En 1919, el líder chino Sun Yat-sen propuso una obra de gran escala para controlar las crecidas del Yangtsé. Décadas después, el proyecto tomó forma y se convirtió en una de las construcciones más ambiciosas del siglo XXI.
Los investigadores señalan que este tipo de megaestructuras pueden alterar procesos que antes se atribuían exclusivamente a causas naturales. La acumulación de tanta masa en un solo punto del planeta funciona como una balanza que desacomoda el eje de rotación.
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Aunque el cambio es mínimo, deja en evidencia cómo la ingeniería puede influir en fenómenos globales. El día terrestre no se nota más corto, pero en términos científicos, cada microsegundo importa.
La NASA continúa estudiando otras obras de gran escala. Las represas, las megaciudades costeras y los embalses artificiales están bajo la lupa por sus efectos sobre la corteza terrestre y la dinámica de rotación.
El caso de Las Tres Gargantas abre una nueva línea de análisis: cómo las decisiones humanas reconfiguran, lenta pero firmemente, el comportamiento físico del planeta.









