Investigan a una azafata de Aerolíneas acusada de contrabandear bienes por más de $58 millones

Una investigación judicial mantiene bajo la lupa a una exazafata de Aerolíneas Argentinas acusada de intentar contrabandear relojes, teléfonos y joyas de alto valor. La mujer, identificada como M. C. P., fue sorprendida el 3 de mayo en Ezeiza, antes de embarcar hacia Miami, con un equipaje que ocultaba cuatro relojes Rolex, diez iPhones, ocho monedas de oro y piezas de joyería valuadas en más de $58 millones.

El hallazgo estuvo a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que secuestró la mercadería y notificó al juez en lo penal económico Diego Amarante. Ese mismo día, el magistrado ordenó allanar la vivienda de la sospechosa, donde se incautaron US$93.920 y 15.730 euros. La causa la imputa por contrabando y le impide salir del país.

Los peritos confirmaron que las alhajas eran auténticas, compuestas por oro de hasta 21 quilates, plata y diamantes, con un valor total estimado en $58.004.000. Entre las piezas figuran un brazalete, cadenas, un prendedor en forma de águila, un anillo con piedra color bordó y una cadena de platino con 129 diamantes.

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Parte de los objetos estaban en una cartera personal y el resto en el equipaje despachado en el vuelo AR-1304. El juez dispuso además la extracción de datos del teléfono de la imputada para reconstruir la trazabilidad de la mercadería y establecer eventuales vínculos con otras personas.

Diez días después del incidente, fuentes de Aerolíneas Argentinas confirmaron que la tripulante presentó su renuncia. No es el único episodio similar en la compañía, ya que días antes otro miembro de cabina, identificado como P. M. W., fue despedido por intentar trasladar relojes y 20 piezas de joyería sin declarar.

Casos de este tipo también se han registrado en otras aerolíneas. En 2020, una azafata de American Airlines fue procesada por llevar lingotes de oro, relojes y joyas en un vuelo hacia Miami, además de miles de dólares y monedas extranjeras.

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En esa oportunidad, la imputada alegó que los bienes provenían de una herencia familiar y que pretendía guardarlos en una caja de seguridad en Estados Unidos por razones de seguridad personal. Sin embargo, el fiscal consideró que actuó con conocimiento y voluntad, y elevó la causa a juicio.

En el expediente actual, la pesquisa busca determinar si los artículos incautados a M. C. P. forman parte de una red de contrabando o si se trató de una operación individual, mientras el material peritado sigue bajo custodia judicial.

Fuente: LA NACION.