Preocupación por la pérdida auditiva y su impacto en la vida social y cognitiva
Enfoques15/08/2025
REDACCIÓN
Fonoaudiología imagen ilustrativa generada por LA17
La fonoaudióloga Florencia García advirtió que la hipoacusia es más frecuente de lo que se cree y que muchas personas no advierten su deterioro auditivo hasta que el problema se vuelve evidente. Señaló que este proceso suele ser lento y que el cerebro se adapta gradualmente a escuchar menos, lo que dificulta su detección temprana.
García destacó que, según la Organización Mundial de la Salud, el 16% de las personas entre 60 y 68 años en América Latina presenta hipoacusia, lo que no solo afecta la audición, sino que también puede asociarse a deterioro cognitivo y depresión. En estos casos, recomendó evaluaciones auditivas regulares a partir de los 55 años para detectar cambios de forma preventiva.
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Uno de los indicadores más visibles, explicó, aparece en el examen para renovar el registro de conducir, donde una hipoacusia moderada ya implica restricciones. “No debemos esperar a llegar a esa instancia para recibir la amplificación correcta”, afirmó, remarcando que actuar antes mejora la calidad de vida.
El impacto no se limita al aspecto médico. La especialista mencionó que muchas personas dejan de participar en reuniones sociales o familiares porque no logran seguir las conversaciones, lo que fomenta el aislamiento. “Esto repercute en el bienestar emocional y en la interacción con el entorno”, indicó.
La profesional resaltó que la hipoacusia no es exclusiva de la edad avanzada. Factores como la exposición prolongada a ruidos intensos, el uso excesivo de auriculares o antecedentes genéticos pueden provocar pérdidas auditivas en personas jóvenes. Subrayó que los controles deberían realizarse cada dos años después de los 10 años, y anualmente entre los 3 y los 10 años, debido a cambios anatómicos que pueden afectar la audición infantil.
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En cuanto a la prevención laboral, García reconoció que se han implementado avances como el uso obligatorio de protectores auditivos en entornos industriales. “Hoy las medidas de seguridad son más estrictas, pero la predisposición personal a cumplirlas sigue siendo clave”, señaló.
La especialista también se refirió a los avances tecnológicos en soluciones auditivas. Mencionó que los nuevos audífonos con inteligencia artificial ajustan automáticamente la recepción de sonidos según el entorno, priorizando la voz de la persona que habla. “La tecnología evoluciona rápido y puede transformar la experiencia de escucha”, aseguró.
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En su trabajo, García es representante oficial de la empresa Gaes Amplifon, que cuenta con convenios con todas las obras sociales para la provisión de audífonos. Remarcó que, más allá de la provisión del dispositivo, el seguimiento, calibración y mantenimiento son esenciales para garantizar un rendimiento óptimo.
Finalmente, adelantó que en sus próximas columnas abordará temas como el impacto del uso prolongado de auriculares y los hábitos de escucha en usuarios de videojuegos. “Escuchar bien es vivir mejor y debemos cuidarnos para mantener esa capacidad el mayor tiempo posible”, concluyó.
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