
El arancel del 50% al café brasileño impuesto por EE.UU. amenza a toda la cadena
PODCASTS Radio Francia Internacional15/08/2025
REDACCIÓN
La propuesta de imponer un arancel del 50% a las importaciones de café brasileño hacia Estados Unidos generó una reacción inmediata en el sector exportador y en la industria cafetera internacional, según informó el podcast Programa Especial de Radio Francia Internacional. Márcio Ferreira, presidente del Consejo de Exportadores de Café de Brasil (Cecafé), advirtió que la medida es “política y no razonable” y que representará “un precio muy amargo” para el consumidor final.


Estados Unidos, mayor importador y consumidor de café del mundo, compra a Brasil cerca del 33% de su consumo. Ferreira detalló que entre el 16% y el 18% de las exportaciones brasileñas tienen como destino el mercado estadounidense, y calificó como “una sorpresa muy mala” que el café quedara en la lista de productos gravados mientras se eximía a más de 700 artículos.
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El impacto económico excede el valor de la taza. Según Ferreira, la industria cafetera representa el 1,2% del PIB estadounidense y genera 2,2 millones de empleos, una proporción superior a la que supone para la economía brasileña. Explicó que por cada dólar exportado se generan 43 dólares en la economía de Estados Unidos, lo que demuestra la interdependencia de ambos países en esta cadena de valor.
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El presidente de Cecafé remarcó que el arancel no es un costo para el exportador, sino que se aplica directamente en la aduana estadounidense y lo paga el consumidor. Dio un ejemplo concreto: “Una bolsa de café contratada a 300 dólares, con una tarifa del 50%, le costará al cliente final 450 dólares”. Frente a eso, un café de Vietnam con un arancel del 20% costaría 360 dólares, y uno de Colombia, con 10%, llegaría a 330.
Esta diferencia de precios podría afectar el consumo en Estados Unidos. “El consumidor americano podría eventualmente bajar su consumo de café”, señaló Ferreira, advirtiendo que el sector buscará mercados alternativos en Asia, aunque aclaró que “jamás podremos abrir mano de un consumidor e importador como Estados Unidos” porque recuperar participación perdida sería extremadamente difícil.
El anuncio provocó que exportadores brasileños detuvieran los embarques hacia el mercado norteamericano para evitar el sobrecosto inmediato. Esta paralización implica altos costos logísticos y financieros, ya que el café queda almacenado a la espera de una resolución.
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En este escenario, el sector privado de Brasil trabaja junto con la Asociación Nacional del Café (NCA) de Estados Unidos para abrir canales de diálogo con las autoridades y buscar una reducción significativa del arancel. La expectativa es que se logre equiparar la tasa con la que pagan otros países productores o, en el mejor de los casos, eliminarla.
Ferreira fue contundente al señalar que el objetivo es “proteger los intereses de los productores brasileños y de los consumidores americanos” y que la disputa política debe resolverse en otros ámbitos. Mientras tanto, la industria cafetera permanece en un compás de espera, midiendo cada movimiento para evitar pérdidas millonarias.
Material publicado por gentileza Radio Francia Internacional
















