Kicillof ordena retener Ingresos Brutos en billeteras virtuales bonaerenses
Actualidad09/09/2025
Sergio Bustos
Axel Kicillof.
El gobierno bonaerense resolvió aplicar retenciones de Ingresos Brutos sobre operaciones realizadas en billeteras virtuales y cuentas de pago. La medida, que comenzará a regir en octubre, apunta a igualar el esquema digital con el bancario.
La disposición quedó plasmada en la Resolución Normativa 25/2025, publicada en el Boletín Oficial. Allí se confirmó la adhesión al Sistema Informático de Recaudación y Control de Acreditaciones en Cuentas de Pago (SIRCUPA), aprobado por la Comisión Arbitral del Convenio Multilateral.
La Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) será la encargada de implementar la normativa. “El objetivo es reforzar la recaudación y ampliar los mecanismos de control sobre operaciones digitales”, explicaron desde el organismo que conduce Cristian Girard.
La medida afecta a las billeteras virtuales y a todos los Proveedores de Servicios de Pago que ofrezcan cuentas digitales. Estas empresas quedarán obligadas a actuar como agentes de recaudación, replicando el mismo régimen que hoy aplican las entidades financieras.
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Los contribuyentes bonaerenses de Ingresos Brutos, tanto los inscriptos a nivel provincial como los alcanzados por el Convenio Multilateral, serán alcanzados por el esquema. La obligación se aplicará a todas las cuentas de pago abiertas a nombre de personas físicas o jurídicas que tributen en la provincia.
Las retenciones impactarán sobre los montos acreditados en esas cuentas. El régimen contempla operaciones en pesos y en moneda extranjera, con una excepción explícita para los dólares estadounidenses. También alcanza a valores e instrumentos equiparables a la moneda de curso legal.
El sistema prevé además un listado de exclusiones. Quedan fuera jubilaciones, pensiones, sueldos, exportaciones, intereses de plazos fijos, rescates de fondos comunes de inversión, devoluciones impositivas y planes sociales. El gobierno bonaerense busca así evitar un impacto directo sobre ingresos de carácter social o previsional.
En cada caso se aplicará la alícuota asignada según el perfil del contribuyente. De esta manera, el esquema se adaptará a los parámetros ya definidos en la normativa tributaria vigente.
Los Proveedores de Servicios de Pago deberán presentar declaraciones juradas periódicas con la información de las retenciones practicadas. Estarán obligados a ingresar los montos retenidos en pesos, incluso si los fondos fueron acreditados en otra moneda.
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El cronograma establece dos fechas clave. Desde el 1° de octubre de 2025 la medida se aplicará a los proveedores ya designados como agentes en otras jurisdicciones. Para el resto de los prestadores, la obligación regirá desde el 1° de noviembre de 2025.
Con esta decisión, la provincia de Buenos Aires se suma a una tendencia que ya adoptaron otras regiones del país. La unificación de criterios busca evitar arbitrajes fiscales y darle mayor control a los fiscos provinciales sobre operaciones digitales.
En la práctica, los usuarios de billeteras virtuales que tributen Ingresos Brutos verán que, cada vez que se acrediten fondos en sus cuentas, se aplicará la retención automática del impuesto. El mecanismo es similar al que ya conocen los clientes bancarios.
El esquema refleja el crecimiento acelerado de las transacciones digitales. Para el fisco bonaerense, equiparar el tratamiento impositivo entre bancos y billeteras resulta fundamental para no perder capacidad de recaudación en un mercado que gana cada vez más espacio.
“La digitalización de los pagos obliga a modernizar la fiscalidad”, señalaron desde ARBA al justificar la medida. Según el organismo, se trata de una herramienta que permite ampliar la base imponible sin generar nuevas cargas tributarias.
De este modo, el gobierno provincial busca reforzar la recaudación en un contexto económico complejo, apuntando a captar parte de los flujos que circulan por fuera del sistema bancario tradicional. El impacto se sentirá en los contribuyentes bonaerenses, que verán cómo la fiscalidad digital se convierte en una realidad cotidiana.
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