VMOS acelera su obra y promete exportar petróleo antes de lo previsto
Actualidad11/09/2025
Sergio Bustos
Gustavo Chaab.
El Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) ya no es solo un proyecto, es una obra en plena marcha que promete cambiar la matriz energética del país. “Estamos seguros de que vamos a estar cumpliendo y hasta esperamos que vamos a estar adelantados a los plazos”, afirmó Gustavo Chaab, CEO de la compañía, durante su presentación en la Argentina Oil & Gas 2025.
Con un oleoducto de 30 pulgadas y seis tanques de 120.000 metros cúbicos cada uno, el proyecto se consolida como una de las mayores inversiones privadas en la historia reciente. “Es el proyecto privado más grande de los últimos años, el financiamiento más grande que ha tenido un proyecto en Argentina”, subrayó Chaab, destacando la magnitud técnica y financiera de la obra.
La construcción avanza a gran ritmo. Desde Allen, en Río Negro, el ducto ya llegó hasta Chelforó. Allí dobla hacia el sur y la soldadura de caños hasta Punta Colorada ya está en proceso. Este tramo es el que progresa más rápido y permitirá conectar la cuenca con la terminal de exportación.
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En Punta Colorada, la empresa trabaja en el movimiento de suelos y en la adjudicación de contratos para la obra marina. Esa infraestructura será vital para cargar buques de gran porte. “La monoboya que va a permitir operar con barcos de hasta dos millones de barriles llegará en septiembre de 2026”, precisó el CEO.
La hoja de ruta de VMOS es ambiciosa y concreta. En diciembre de 2026 planea comenzar a exportar 180.000 barriles diarios en la primera fase. En marzo de 2027 la cifra trepará a 390.000 barriles y hacia el segundo semestre se alcanzará la capacidad contratada de 550.000 barriles por día.
Para completar ese nivel, será necesario poner en marcha una segunda estación de bombeo y finalizar los seis tanques de almacenamiento. Inicialmente, la operación comenzará solo con dos, lo que permitirá escalar en etapas sin frenar la dinámica de exportación.
La ingeniería del proyecto también prevé un margen de crecimiento adicional. Chaab no descartó llegar a 700.000 barriles diarios si se incorporan dos tanques más y una estación de bombeo extra. “Lo que sí está decidido es hasta 500.000. Para ir más allá habrá que sumar infraestructura”, explicó.
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Uno de los puntos fuertes de VMOS es la competitividad logística. La terminal permitirá cargar buques de gran tamaño, reduciendo costos y garantizando la llegada a mercados internacionales con un precio más atractivo. “Esto nos da la posibilidad de ser más competitivos y asegurar nuevos destinos para el petróleo argentino”, señaló el ejecutivo.
El predio de la obra ocupa 170 hectáreas alquiladas a la provincia de Río Negro. Está ubicado a siete kilómetros de la costa y a treinta al sur de Sierra Grande. Esa localización estratégica facilita la conexión con el mar y reduce el impacto urbano.
Chaab también se refirió al aspecto social del proyecto. “La traza pasa por zonas ya afectadas por oleoductos y gasoductos, y al sur atraviesa una meseta prácticamente sin uso”, indicó. Esa característica minimiza el impacto sobre comunidades, aunque la empresa impulsa programas para generar derrames económicos en la región.
El CEO insistió en la magnitud del trabajo que lleva adelante el consorcio. “El caño es de 30 pulgadas, uno de los más grandes que se instalaron para la evacuación de petróleo, y los tanques son los más grandes del país”, remarcó. La envergadura del proyecto coloca a VMOS como una referencia dentro de la ingeniería energética en Argentina.
La inversión se apoya en financiamiento privado de gran escala, algo poco habitual en el contexto local. Para Chaab, la experiencia marca un punto de inflexión. “Este proyecto es un hito y estoy seguro de que es el primero de otros grandes proyectos que vendrán”, aseguró.
En un sector donde la logística puede condicionar la producción, VMOS aparece como la pieza que faltaba para asegurar el crecimiento sostenido de Vaca Muerta. Con un calendario ajustado, la apuesta es cumplir e incluso anticiparse a los tiempos.
El futuro inmediato de la cuenca neuquina está ligado a la capacidad de exportar crudo con eficiencia. VMOS busca ofrecer esa certeza. “Nuestro objetivo es que la producción encuentre siempre una salida y que los productores tengan la seguridad de poder colocar su petróleo”, cerró Chaab, convencido de que la obra marcará un antes y un después en la historia energética del país.
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