Tragedia en el rugby: Esteban Racca falleció durante un partido en Paraguay

Un partido de rugby se transformó en tragedia el pasado fin de semana, cuando Esteban César Racca, jugador de 41 años del Old King Club de Paraguay, colapsó en medio de un encuentro. A pesar de los esfuerzos del personal médico y sus compañeros de equipo, Racca falleció en el campo de juego.

El incidente ocurrió en las instalaciones de la Unión de Rugby de Paraguay (URP), cuando el jugador sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado tras un golpe en la cabeza. Según el forense Pablo Lemir, el impacto ocurrió entre cinco y diez minutos antes de que el jugador se desplomara. “Él se desploma en una jugada scrum, sale de esa formación, da dos pasos y cae”, explicó Lemir, detallando la secuencia del trágico momento.

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Las autoridades competentes pidieron a los clubes involucrados que entregaran las grabaciones completas del partido para investigar si alguna jugada antideportiva o fuera de lo común podría haber influido en el desenlace. Ambos clubes colaboran activamente con la investigación, buscando esclarecer los detalles que rodearon la muerte del rugbier.

Desde la URP, expresaron su pesar: “Nos duele profundamente la partida de Esteban Racca. En estos momentos tan difíciles, extendemos nuestras condolencias a su familia, seres queridos y compañeros de equipo”, rezaba el comunicado oficial. En tanto, el Old King Club también se despidió de su compañero con una emotiva carta: “Con profundo dolor despedimos a nuestro compañero Esteban Racca. Hoy el rugby nos recuerda lo frágil de la vida”.

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La noticia ha conmocionado a la familia del rugby, que en estos momentos lamenta la pérdida de un hombre que, más allá de su destreza en el campo, era recordado por su pasión y amistad. "Tu entrega, tu pasión y tu amistad quedarán por siempre en nuestra memoria", expresó el club en su homenaje.

Este trágico suceso ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad que puede existir en este deporte y cómo, a veces, la vida se puede ir en un segundo. Racca deja un vacío irremplazable tanto en su equipo como en toda la comunidad del rugby argentino.

Fuente: LN