El Banco Central volvió a endurecer el cepo y apunta a directivos bancarios
Actualidad19/09/2025
Sergio Bustos
Banco Central de la República Argentina.
El Banco Central decidió sumar un nuevo filtro en medio de la tensión cambiaria. Desde ahora, accionistas, directores y gerentes de bancos quedarán alcanzados por la llamada “restricción cruzada”: no podrán operar con dólares financieros hasta 90 días después de comprar divisas en el mercado oficial.
La medida, incluida en la Comunicación A8332, obliga a que cada cliente comprendido firme una declaración jurada. Allí deberá comprometerse a no realizar, directa ni indirectamente, operaciones con bonos en dólares hasta que se cumpla el plazo establecido.
El alcance es amplio. Afecta a accionistas con más del 5% de participación en entidades financieras, directores y síndicos, funcionarios con rango de gerente o superior, y también a cónyuges y familiares hasta segundo grado de esas personas.
En los hechos, la norma limita la posibilidad de arbitrar entre el dólar oficial y el MEP o contado con liquidación, una práctica frecuente entre quienes tenían acceso privilegiado al mercado cambiario.
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La disposición marca un giro respecto de la política reciente. Desde abril, el BCRA venía avanzando en la eliminación de trabas para las personas físicas, permitiendo comprar libremente dólares sin restricciones.
Ese mismo día, de hecho, se anunció el fin del límite de USD 36.000 anuales para exportadores de servicios. Desde ahora podrán recibir la totalidad de sus ingresos en divisas sin necesidad de liquidar excedentes en pesos.
El contraste generó ruido en el mercado. Por un lado, se quitan regulaciones para individuos; por el otro, se reinstala un candado específico para ejecutivos financieros.
En la entidad que preside Santiago Bausili reconocen que el objetivo es evitar que los directivos de bancos aprovechen su posición para especular con la brecha cambiaria. “No tenía sentido liberar todo y dejar un canal abierto al arbitraje”, deslizó una fuente oficial.
La jornada cambiaria fue tensa. El dólar mayorista cerró en el techo de la banda, a $1.474,50, y el Banco Central tuvo que vender USD 379 millones de reservas para contener la presión de la demanda.
La decisión confirma que, pese al discurso desregulador de los últimos meses, el BCRA mantiene resortes de control sobre el mercado en un contexto de incertidumbre y volatilidad.
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