Nación destina $200.000 millones a las represas en Santa Cruz y deja en segundo plano las rutas
Actualidad25/09/2025
Sergio Bustos
Más represas y menos rutas.
El Proyecto de Ley de Presupuesto 2026 presentó un dato que impactó de lleno en la agenda patagónica: $200.000 millones se destinarán a la construcción de las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa, sobre el río Santa Cruz. Se trata de la inversión más grande que la Nación proyecta en la región, con financiamiento internacional y la coordinación de la estatal ENARSA.
La cifra equivale a casi el 6% del gasto de capital previsto por el Gobierno para el año próximo, que alcanza los 3,3 billones de pesos. Ese nivel de recursos coloca al programa “Apoyo a la Construcción de Aprovechamientos Hidroeléctricos en el río Santa Cruz” como la obra pública de mayor magnitud en la Patagonia.
Los fondos no figuran en el presupuesto provincial como inversión directa, sino como transferencias corrientes hacia empresas públicas. Esta modalidad ya se aplicó en proyectos energéticos de gran escala y refleja la centralización de los recursos en manos del Tesoro nacional.
El consorcio a cargo de los trabajos está integrado por la compañía china Gezhouba y socios argentinos. Las obras quedaron paralizadas en noviembre de 2023 por falta de pagos, pero con esta asignación se asegura su reactivación. La prioridad será La Barrancosa, que presenta un 40% de avance, mientras que Cóndor Cliff arrastra problemas técnicos y apenas alcanzó el 20%.
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El jefe de Gabinete nacional, Guillermo Francos, fue contundente en su paso por Diputados: “El proyecto se retomará únicamente en La Barrancosa”, descartando en la práctica la continuidad inmediata de la segunda represa. La decisión busca garantizar resultados en el corto plazo y evitar nuevos retrasos.
El costo total del proyecto supera los 4.750 millones de dólares. China ya desembolsó cerca de 1.900 millones, mientras que los fondos previstos en el presupuesto 2026 equivalen a unos 140 millones de dólares al tipo de cambio actual. Ese aporte se destinará a compras de insumos y a retomar frentes de obra interrumpidos.
El gobernador Claudio Vidal recorrió meses atrás los trabajos junto a funcionarios nacionales y representantes de las contratistas. Durante la visita confirmó que, tras el invierno, las máquinas volverán a operar en el campamento de La Barrancosa. También se cerraron acuerdos para garantizar salarios y se lanzaron licitaciones internacionales para la provisión de cemento y otros materiales estratégicos.
En julio pasado, Vidal selló un entendimiento en Casa Rosada con Francos, la embajada china y bancos asiáticos para sostener el megaproyecto. Ese encuentro fue clave para destrabar el financiamiento y consolidar la continuidad de una obra que divide opiniones pero que promete aportar más de 1.300 megavatios al sistema eléctrico nacional.
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Mientras tanto, el contraste con la inversión vial es notorio. Santa Cruz recibirá apenas $6.304 millones para rutas y mantenimiento, una cifra mínima si se compara con la magnitud del presupuesto hidroeléctrico. Las autoridades provinciales ya advirtieron que la Nación no contempla la gravedad del deterioro en tramos como la ruta 3 y la ruta 40.
El detalle del presupuesto muestra $4.760 millones para redes de mantenimiento, $264 millones para seguridad, otro tanto para obras de arte y $184 millones para reparación de puentes y alcantarillas. También se incluyen partidas para rutas nacionales como la 3, 40, 281, 288 y 293 bajo el esquema de Transferencia de Funciones Operativas.
Desde la provincia enviaron un mensaje claro: “Las mejoras en la ruta 3 y en sectores de la 40 se harán a como dé lugar, con o sin fondos nacionales”, remarcó la Jefatura de Gabinete. Esa postura evidencia la tensión política que puede escalar en los próximos meses.
El presupuesto revela así una estrategia dual. Nación apuesta fuerte a la generación hidroeléctrica, con respaldo chino y objetivos de largo plazo, mientras las rutas quedan relegadas a un papel secundario. El contraste deja en evidencia la distancia entre las prioridades de la Casa Rosada y las urgencias del territorio.
La discusión sobre la distribución de fondos recién comienza, pero el debate promete ser intenso. Para Santa Cruz, las represas representan empleo y energía, pero la falta de inversión en caminos amenaza con aislar a comunidades y afectar el movimiento productivo. El dilema entre energía e infraestructura vial vuelve a abrir un frente sensible en la política patagónica.
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