UN INNOVADOR IMPLANTE DE RETINA PODRÍA DEVOLVER LA VISTA A PACIENTES

Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia avanza en el desarrollo de un implante de retina diseñado para pacientes con degeneración macular. La farmacéutica e investigadora Teresa Simón-Yarza encabeza el proyecto, cuyo objetivo es recrear la estructura celular del tejido ocular afectado y restaurar su funcionalidad.

La ingeniería biomédica permitió avances que parecían imposibles hace apenas unas décadas. La creación de tejidos artificiales y su implantación en el cuerpo humano abre nuevas posibilidades para tratar enfermedades oculares irreversibles. En el caso de la degeneración macular, el reto es reconstruir una parte de la retina cuya función es esencial para la visión.

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El equipo de Simón-Yarza logró desarrollar implantes de apenas 250 micras de grosor, capaces de organizar las células de forma similar a la retina original. Esta tecnología permitiría trasplantar el tejido dañado y restablecer la conexión visual con el cerebro, un paso fundamental para recuperar la capacidad de ver.

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La degeneración macular es una de las enfermedades más comunes del siglo XXI y su incidencia sigue en aumento. El tejido retiniano trabaja sin interrupciones y se deteriora con el tiempo, afectando principalmente a personas mayores. Los tratamientos actuales solo pueden retrasar su avance, pero no existen soluciones que permitan revertir el daño.

Las terapias con células madre mostraron resultados alentadores en algunos casos, pero siguen teniendo limitaciones debido a la falta de soporte vascular. En cambio, el enfoque del equipo francés se basa en la creación de un tejido organizado, capaz de replicar tanto la estructura como la función de la retina original.

La investigación está en una fase preclínica y pronto se iniciarán pruebas en modelos animales. Los científicos confían en que los resultados permitan avanzar hacia los ensayos clínicos en humanos en los próximos años. La financiación de la Fundación para la Investigación Médica de Francia es clave para el avance del proyecto.

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El material utilizado para fabricar estos implantes es una de las grandes innovaciones del estudio. Se están utilizando polisacáridos, un tipo de azúcar natural que facilita la creación de estructuras biológicas compatibles con el cuerpo humano. Este enfoque reduce costos y mejora la disponibilidad del tratamiento.

Además del implante de retina, el laboratorio trabajó en la aplicación de estas técnicas para tratar otras patologías. Uno de los avances más prometedores se dio en el tratamiento de la fístula perianal, una afección poco conocida pero que afecta significativamente la calidad de vida de los pacientes.

El impacto de este trabajo va más allá de la oftalmología. Los modelos de tejidos creados en el laboratorio pueden servir para reducir la experimentación en animales y mejorar la precisión de los estudios biomédicos. Este enfoque podría cambiar la forma en que se realizan las pruebas de nuevos tratamientos.

Material publicado por gentileza Radio Francia Internacional